Hace unos días publiqué un artículo aquí que se titulaba "Niños traumatizados", a propósito de los cuentos infantiles tradicionales. Hoy tocan los "Adultos traumatizados", que también son muy tradicionales.
Supongo que todos ustedes habrán visto el delirante vídeo en el que el flamante alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida (los que se ponen guiones entre los apellidos siempre me resultan sospechosos), se enfrenta a las inocentes pero agudas preguntas de unos niños en un colegio.
Yo creo en general que casi todas las opiniones son respetables. Algunas no, claro, pero casi todas sí, incluso las más idiotas. Pero lo que muestra el vídeo acerca del señor Almeida no es que sus opiniones sean respetables o no, cada uno puede tener las que quiera, sino que este hombre carece de la mínima capacidad de empatía con nadie. Hasta el punto de que incluso es incapaz de empatizar con un niño. Ignoro si el señor Almeida tiene hijos pequeños, pero si los tiene lo lamento mucho por ellos.
En el vídeo una niña de ese cole le hace la siguiente pregunta: Si pudieras donar dinero a algo ¿a qué lo donarías, a reconstruir la Catedral de Notre Dame o a replantar el Amazonas? Y Almeida con una contundencia propia solo de José María Aznar, George Bush Jr. o alguien parecido le responde de inmediato: A reconstruir la Catedral de Notre Dame. La niña aduce, más o menos por resumirlo, que el Amazonas es un ser vivo con millones de seres vivos dentro y Notre Dame solo un edificio. Pero Almeida no se arredra y le explica a la chavalita que la Catedral de Notre Dame es más importante que el Amazonas, porque es un símbolo de Europa. ¡Cielos! ¿Por qué me tratáis así, qué delito cometí contra vosotros naciendo? Aunque si nací ya entiendo qué delito he cometido...
La pregunta de la niña es una típica pregunta infantil que aparece perfectamente reflejada en un diálogo del cuento "The body" de Stephen King, transmutada en la maravillosa película "Cuenta conmigo" de Rob Reiner de 1986, en la que en una escena un niño le pregunta a otro: Oye tío, en una pelea entre Supermán y Super Ratón ¿tú quién crees que ganaría? A lo que el otro niño que interpreta Will Wheaton, responde enérgicamente sin dudarlo: ¡No digas tonterías, hombre, Super Ratón es un dibujo animado y Supermán... un tío cachas! Es decir, conclusión, que no pueden pelearse. Por cierto y haciendo un inciso, ¡qué bien estabas en Cuenta Conmigo, Will Wheaton! Vale, sigo.
El señor Almeida podría haber tenido la inteligencia y la empatía con la niña que creo hubiera tenido cualquiera, de argumentar que haría una donación a ambas cosas porque ambas le importaban. Pero no. Le pudo la boca. A la Amazonia que le den. La cara ojiplática que se le queda a la niña es mucho mejor para explicar todo esto que cualquier cosa que yo pueda decir aquí. Véanla.
