Opinión

Tomorrow belongs to me

Hace unos meses escribí un artículo sobre Vox que no sé por qué no se publicó. Como yo generalmente escribo los artículos de cinco en cinco y después al estilo de Julio Camba me voy a dormir al Palace unos días, ignoro por qué no llegó a publicarse aquel. Pero bueno, ¿qué más da?

A Pedro Sánchez al final no le ha quedado más remedio que convocar elecciones para el 28 de abril, así que iremos a votar ese día. Bien. Un amigo mío hace años me contó que él cuando iba a votar se sentía como un griego. Un griego en el sentido literario, poético y metafórico, claro. Alguien que votando decide su destino. Yo nunca me sentí así votando, la verdad. Siempre me pareció que lo hacía por obligación y también un poco a la contra.

No quiero hacer campaña de nada, no es mi estilo y no soy de ningún partido, pero creo que este 28 de abril hay que votar a Pedro Sánchez. La debacle del PP y la ascensión de Vox son sucesos gravísimos. ¿Recuerdan ustedes esa escena de "Cabaret" en la que Michael York y Helmut Griem están tomando una cerveza en una terraza?, muy alemán todo. Entonces un adolescente, rubio, guapo, un chiquillo, se pone en pie y empieza a cantar esa canción preciosa: "Tomorrow belongs to me", "El mañana me pertenece". Y la canción hace que todos los clientes del local se pongan en pie y la coreen, llorosos, arrastrados por una irresistible emoción patriótica. 

El director, el irrepetible Bob Fosse, nos regala ahí un plano genial que se abre lentamente para mostrarnos que el chavalito, tan guapo y tierno él, en realidad es un nazi. Al final de la canción Michael York y Helmut Griem se van del local en el Rolls Royce o el Mercedes o el Hispano Suiza o lo que sea del rico Helmut Griem, y el personaje que interpreta Michael York le pregunta al otro "¿aún sigues creyendo que podréis pararlos?", a lo que Griem no responde, se encoge de hombros y se mete en el coche. Y los dos se van mientras la canción sigue sonando: "El mañana me pertenece".

En Vox se han reunido todos los franquistas recalcitrantes y neonazis que estaban escondidos en el PP. Esa es la realidad le guste o no a los del PP, un partido en el que por cierto tengo bastantes amigos. 

Pero hablábamos de votar. Si ustedes quieren liquidar las leyes contra la violencia de género, las que protegen al colectivo LGBT, las que ayudan a los inmigrantes que llegan en pateras jugándose la vida con sus niños en brazos, la atención sanitaria a los diferentes, trans, mujeres que necesitan abortar, mayores, etc. Voten a Vox. En ese caso es una buena opción. "Cadanseu con cadanseu" como decimos en Galicia.

Adelante. Veamos qué pasa. Pero piensen en "Tomorrow belongs to me": llegará un día en que el mundo sea mío.

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