Opinión

Twiteando

No soy aficionado a Twitter aunque tengo una cuenta desde que apareció, a mediados de los 2000 creo recordar. Al igual que otras plataformas más que tengo (unas cuantas) y que siempre las abrí en cuanto aparecieron en el mapa de internet, aunque la mayoría no las uso. Actualmente Twitter solo lo uso para subir el link a estos artículos de La Región, pero no hago comentarios, ni contesto, ni nada de eso. No soy twitero.

Pero el otro día leyendo una noticia en internet sobre las manifestaciones en Barcelona que supuestamente eran en defensa del rapero preso, pero que en realidad como pudimos comprobar todos después con claridad eran simplemente para incendiar, molestar, atacar y sobre todo robar, encontré este tweet fabuloso, no sé de quién. 
"Saquean tiendas de Nike, de jamones, de Louis Vuitton... pero a las librerías ni se acercan." 

Me pareció muy agudo y revelador.

También a propósito de lo mismo en esos días leí un artículo muy interesante en el Huffington Post escrito por José Errasti, filósofo y psicólogo, en el que reflexiona sobre lo raro de que en las tertulias y artículos sobre dicho tema, todo el mundo de por hecho que detrás de las revueltas hay una motivación ideológica o política. Y él muy agudamente sugiere que no. Que quizás haya una motivación simplemente psiquiátrica, y que el asunto Hasél es solo una excusa para que muchos den rienda suelta a sus locuras y obsesiones personales que quizá pertenecen más al terreno médico que a cualquier otro. 

Está muy bien escrito y ya digo que es interesante. Les voy a poner aquí un fragmento (espero que al autor no le importe) y les recomiendo que vayan a leer el artículo entero, se titula "La politización de los problemas psiquiátricos". Merece la pena. Aquí va el fragmento.

"Nadie, salvo que crea que cuando un Ultra Sur del Real Madrid apaleaba a un fanático del Frente Atlético lo hacía motivado por defender los regates de Cristiano Ronaldo, se cree que lo que hace que un antifa trocee una baldosa del suelo para lanzar los cascotes a la policía es su profundo compromiso con la defensa de la libertad de expresión. La diferencia entre ver en el encarcelamiento de Pablo Hasél   una injusticia que cabe denunciar en la calle o ver en ello una excusa para dar rienda suelta a problemas mentales violentos en un entorno de narcisismo, adrenalina y subcultura de grupo, la percibe cualquiera al que no le convenga no percibirla."

En fin, acabo que ya me estoy liando. Por darle un enfoque algo más optimista aquí al final de este artículo al análisis de esas revueltas, creo que debemos intentar no olvidar que aunque haya muchos que bajo ningún concepto, ni siquiera bajo amenazas o coacción, se acercan a una librería a menos de cien metros, hay también otros muchos que sí leen y piensan, como el twitero desconocido que cité al principio o José Errasti. 
Tengamos esperanza.

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