Opinión

Vivimos con cuatro cosas

En los últimos tiempos, tal vez sea la edad que voy teniendo, me he dado cuenta de que vivo con cuatro cosas: mi familia, mis amigos, mi perro y mi casa. Supongo que hay gente que entre esas cuatro cosas incluirá un yate o unos cuantos viajes intercontinentales. Vale, puede ser, yo hasta tuve jet privado, pero a fin de cuentas... son cuatro cosas.
Este concepto "cuatro cosas" que juro se me ha ocurrido a mi solito el otro día, es muy flexible y curioso. Me ha dado bastante qué pensar.

Vean ustedes por ejemplo. Yo vivo con cuatro películas: Casablanca, Matar a un ruiseñor, El Padrino y la saga Star Wars. Con cuatro libros: El Señor de los Anillos de Tolkien, Reencuentro de Fred Ulhman, el Libro de la Selva de Rudyard Kipling y La Virgen de los Sicarios de Fernando Vallejo. Vale, sorry, me engaño a mi mismo, no quería engañarlos a ustedes pero aquí necesito un libro más: Lejos de África de Isak Dinesen.

Pero es que la cosa sigue así y resulta sorprendente. Vivo con cuatro poesías: Amor más allá de la muerte de Quevedo; algunos romances del romancero viejo como los de Riduán o el de Gerineldo y la Infanta; Aullido de Ginsberg, y ciertos poemas de Gloria Fuertes o de Lorca. 

¡Con solo cuatro canciones!: Bang-Bang de Mina; True Colors de Cindy Lauper; Una mujer con sombrero de Silvio Rodríguez; y Cotton Fields de los Creedence. Y si nos vamos a la música clásica y como les digo he reflexionado mucho sobre este tema, me arreglo con a) esa parte de El Lago de los Cisnes de Tchaikovsky en la que Sigfrido regresa al Lago; b) el Nessun Dorma de Turandot de Puccini; c) el Intermezzo de Cavalleria Rusticana; y d) el movimento número 13 del Romeo y Julieta de Prokofiev. 

Pero si habláramos de cuadros pues me arreglo con Las Meninas; el retrato de Juan de Pareja también de Velázquez; Mujeres de Tahití de Gauguin; y Los Acuchilladores de parqué, de Caillebote.   

¡Vaya! Me faltan un montón de cosas que necesito de cuatro en cuatro: cosas de escultura, arquitectura, ciencia, filosofía, historia, etc.  

Claro, también necesito comer como todos los seres vivos, pero podría sobrevivir en este mundo nuestro tan bonito con solo cuatro comidas: Solomillo a la plancha; raya en caldeirada; pulpo, y huevos fritos con patatas y pimientos de Padrón. Con eso me contentaría.

Vivimos con cuatro cosas. Así que háganse esta pregunta como me la hago yo. ¿Con qué cuatro cosas podrían vivir?

Nuestro planeta está lleno de personas mucho más brillantes e inteligentes que usted, que yo, o que cualquiera. Y esas personas, de las cuales una gran parte son niños y niñas, solo necesitan cuatro cosas muy simples: agua y comida, salud, educación y libertad. Entonces, pensemos y actuemos de una maldita vez. Quizá no nos cueste nada renunciar a nuestras cuatro. A fin de cuentas... no son tan importantes.

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