Opinión

Las semillas de Vox

Dicen reputados expertos que el partido de la ultraderecha, que ha crecido al calor del conflicto catalán, puede disolverse cuando este se resuelva, como ha ocurrido con el UKIP británico una vez logrado el Brexit.

Un análisis con excesivo optimismo, teniendo en cuenta que la unidad de España no fue su único argumento en la campaña andaluza. Su odio al feminismo y la inmigración se convirtieron en las ideas fuerza que, una vez que sus votos se han demostrado imprescindibles, han plasmado en su documento de exigencias al PP. La derogación de la Ley de Violencia de Género y la expulsión de una cifra inventada de más de cincuenta mil inmigrante irregulares se convirtieron en exigencias innegociables (más tarde matizadas y el futuro dirá hasta que punto cumplidas).

Pero el mal ya estaba hecho: Ciudadanos ha tragado con semejantes premisas a cambio de la vicepresidencia de la Junta de Andalucía y el PP ha hecho suyas las críticas a los movimientos de defensa de las mujeres, a través, curiosamente, de dos candidatas a los próximos comicios municipales y autonómicos.

No es casualidad que la elección de determinados candidatos, que Casado da a conocer con cuentagotas, sean conocidos por su ideología de derechas "sin complejos". Por ejemplo, la ex deportista Ruth Beitia, candidata a presidir Cantabria, declaró en una emisora de radio que a las mujeres maltratadas hay que defenderlas al igual que a los perros maltratados. Es verdad que culpó a los nervios de su barbaridad, pero resulta difícil darle otro sentido salvo cambiando los perros por burros.

También la candidata a presidir la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, es capaz de incendiar las redes sociales defendiendo, con la misma vehemencia de Vox su idea: "Estoy a favor de romper con la dictadura de las feministas radicales". Resulta paradójico que una mujer tan joven, que no conoció la verdadera dictadura, la franquista, describa con tanta ligereza un régimen abyecto.

Considera asimismo que el aborto "no es un derecho de la mujer" y que un porcentaje muy alto de las que interrumpen su embarazo son inmigrantes que carecen de educación y recursos. La semilla de la ultraderecha ha calado en la nueva dirección del PP, criados a los pechos de Aznar, y convencidos de que la vuelta a las esencias les devolverá el poder perdido por el "blando" de Rajoy.

La tardanza en dar a conocer los candidatos se justificó en la necesidad de ofrecer caras conocidas y carismáticas, capaces de competir con Carmena en el Ayuntamiento o con Gabilondo en la CAM. Pero, dado que ni a José Luis Rodríguez Almeida ni a Isabel Díaz Ayuso se les conoce fuera de Génova 13, los motivos tendrían más que ver con la elección de perfiles que podrían ser perfectamente asumidos por Vox.

La clave está en saber si Ciudadanos va a tragar también, apoyando a estos candidatos en el caso de que sus votos sean imprescindibles para que la derecha recupere comunidades y ayuntamientos, ahora en manos del PSOE.

Te puede interesar