Opinión

Los nuevos intermediarios

Históricamente, el sector agrario ha achacado la mayor parte de sus males  a la actuación  de  los miles de intermediarios que  operaban en el campo en la compra de los productos frescos a los que aplicaban fuertes incrementos que, en teorías deberían ser el beneficio de agricultores y ganaderos.

Los intermediarios eran esa figura que se hallaba en todos los rincones  del campo, contra la que se pedía su eliminación en todas las movilizaciones agrarias, pero que, como eran tantos, no se les ponía   una cara única,  por lo que  nunca hubo una manifestación concreta contra  uno de ellos.
En la última década, mientras el sector agrario ha seguido manteniendo  en general  su estructura individual  a la hora de comercializar sus productos, han seguid los intermediarios de siempre, pero una parte muy importante han dado paso a otras  figuras, en unos casos los primeros compradores, a las industrias, cadenas  y finalmente los  grandes grupos de la distribución que adquieren directamente las materias primas en origen y que se han convertido en los intermediarios únicos para fijar los precios.


Con  la figura de los  intermediarios sabiendo de cada uno de ellos el nombre, la razón social y su dirección física, el sector agrario ha encontrado  un lugar donde  expresar sus  protestas y, sobre todo el punto  donde negociar de forma civilizada. Y lo ha iniciado con  el precio de la leche en Galicia. Es otra vía que parece ha dado sus resultados en   esa Comunidad Autónoma y para un sector, pero que podría tener  seguidores en otros sectores en aras de un equilibrio de intereses que, de momento, no han logrado las leyes.

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