Opinión

Porcino, la otra crisis olvidada

El sector del porcino va camino del año en una situación de crisis de precios provocada por los excedentes. Bruselas, para tratar de dar una salida a la situación, puso en marcha finalmente el pasado mes de enero el sistema de almacenamiento privado con ayudas públicas por el que se retiraron del mercado unas 90.000 toneladas, de las que casi 20.000 fueron españolas. La medida no sirvió para elevar los precios. Hoy, a los excedentes de los mercados se sumará la salida próxima de esas cantidades almacenadas, lo que puede agravar aún más la situación de los bajos precios.

Desde la organización sectorial Anprogapor, donde se halla integrada la mayor parte de la producción, su responsable Miguel Angel Higuera reclama mayores esfuerzos por parte de las autoridades comunitarias para abrir o reabrir mercados. “El sector, puntualiza, nunca ha vivido ni quiere vivir de las subvenciones, como sucede en otras actividades. Lo que busca son apoyos para ganar en eficiencia y competitividad y, sobre todo, la reapertura de mercados como el ruso o la apertura de otros donde están cerradas las fronteras por falsas razones de seguridad o sanidad animal. Reclamamos un mayor compromisos de Bruselas para abordar esta situación”. Desde la organización se teme que esta crisis pueda suponer un paso atrás en el proceso permanente de crecimiento la producción de porcino en España y la pérdida de mercados abiertos a pulso.

El porcino es el sector más importante de la actividad ganadera con un valor de la producción en origen de casi 6.000 millones de euros que suponen nada menos que el 14% de toda la producción final agraria y el 37% de todas las producciones ganaderas. El sector, como el resto de las actividades agrarias, ha experimentado en las últimas décadas una profunda transformación pasando de más de 200.000 explotaciones, donde dominaba la pequeña granja familiar, a las actuales 86.000 explotaciones de tamaño medio donde el 80% se hallan en régimen intensivo y donde existen además grandes grupos integradores. Esta reducción de granjas ha supuesto, sin embargo, un incremento del número de animales en las mismas hasta superar en 2015 los 27 millones. Esta cifra sitúa a España a la cabeza de los países comunitarios en cuanto al número de animales y en el segundo por el volumen de su producción al situarse la misma en el último ejercicio en 3,9 millones de toneladas frente a los menos de dos millones de toneladas que se producían en 1990 cuando España salía de superar el estigma y sanbenito de la peste porcina que había obligado históricamente al cierre de las fronteras para la exportación.

La actual crisis del sector, que se prolonga desde el pasado verano, obedece especialmente a cuatro causas. La primera por un incremento generalizado de las producciones, tanto en España como en el resto de los países comunitarios. La segunda, por una cierta estabilización de la demanda interior consecuencia de la crisis generalizada de la demanda, aunque el porcino no haya sido la oferta más afectada. Una tercera razón y, quizás la más importante se halla en el cierre de las fronteras rusas a todos los países miembros, lo que provocó un aumento de los excedentes en el mercado interior comunitario y una mayor competencia en la venta en terceros países, en lucha también con las ventas de otros grandes productores mundiales de porcino, como Estados Unidos. Los productores y los mataderos españoles hicieron un importante esfuerzo para abrir nuevos mercados, especialmente en el sudeste asiático, aunque las ventas no han sido suficientes para equilibrar los mercados comunitarios. Finalmente, una cuarta razón de esta crisis se halla en la falta de los mecanismos necesarios para la regulación de los mercados ante este tipo de situaciones. Aunque la crisis actual se destapó el pasado verano, Bruselas no inició los almacenamientos hasta el mes de enero de este año, medida que se ha demostrado totamente insuficiente. Las cotizaciones medias en el sector que se hallaban en 2013 en 1,37 euros kilo vivo, iniciaron una línea de recortes para situarse en 2014 en 1,27 euros kilo y llegar en 2015 a una media de 1,13 euros, computando los precios más elevados percibidos en el primer semestre del año.

Hoy, los precios del porcino se mantienen varios céntimos por debajo del euro, frente a unos costes de producción medios de 1,12 euro kilo vivo gracias a la caída registrada en el conjunto de los precios de las materias primas para la alimentación animal. Para los responsables de la organización sectorial, la salida más importante para acabar con la crisis pasaría por la reapertura de mercados como el de Rusia, así como por la apertura de nuevos mercados hoy cerrados por falsas razones seguridad alimentaria. Desde el sector se hace un llamamiento a las autoridades comunitarias para que lleven a cabo negociaciones con las autoridades rusas con el fin de abrir progresivamente las fronteras. Frente a la posición de Moscú de no abrir totalmente las mismas a toda la UE por la existencia de peste en algunos países miembros como Polonia, Letonia, Lituania o Estonia, los más cercanos, además, a su territorio, el sector apuesta por apertura a las exportaciones desde otros países libres de esa enfermedad, como sería el caso de España. Por otra parte, se reclama a Bruselas una mayor intensidad en las negociaciones para la apertura de nuevos mercados en todo el mundo, especialmente en Asia y en los países de Centro y Sudamérica. En el caso de Asia, se considera muy importante el mercado indio, junto al mantenimiento de los ya existentes, como Corea, Japón o China. En el continente americano el interés de los productores españoles se centra en países como México, Chile o Colombia.

No obstante el interés del sector por las ventas de porcino en terceros países, no hay que olvidar que, en la actualidad, el grueso de las ventas españolas de carne de porcino se concentra en los países comunitarios donde destacan Francia, seguida de Portugal, Italia Alemania y Polonia por calidad y precio.

Estas elevadas exportaciones de porcino a los países vecinos a unos precios competitivos, ha sido la causa por la que, en los últimos meses, en contra de todas las reglas del mercado único, se hayan registrado ataques en Francia de ganaderos contra cargamentos españoles de carne. Una situación similar de protestas se repite en Portugal, donde los ganaderos temen las entradas de carne, sobre todo las procedentes desde Galicia, y que afectaría especialmente a la cooperativa Coren.

España exporta 1,5 millones de toneladas de carne de porcino y otras más de 300.000 toneladas de despojos, por un valor total de más de 2.700 millones de euros. A esa cifra se sumarían otras 170.000 toneladas de productos elaborados donde una mayor parte corresponde a los productos derivados del cerdo en sus diferentes presentaciones como curados, embutidos, cocidos o platos preparados.

Te puede interesar