Opinión

Un nuevo Poldras, y Santaella

Xosé ‘Poldras’ está exponiendo desde hace semanas como artista invitado en Elga Interiorismo. Es una novedosa propuesta de Elga Gómez Vázquez y José Manuel Gómez Dejoz, emprendedores empresarios que han abierto hace pocos meses en la rúa do Paseo. En el céntrico apartamento del primer piso de un histórico inmueble, el conocido grabador ha colgado en las paredes de la sala seis grabados de gran porte, y otro más pequeño, datado en 2003, una sutil figura flotando en el agua dentro de una gran vasija, época en que andaba de docente en Ribadavia. Entre las inéditas obras hay una, ‘Danza de Anorexia con Minotauro’, con mensaje directo. Debajo coloca unas pequeñas piezas cúbicas graníticas, pintadas con formas figurativas, son adoquines reconvertidos por la magia del arte. Muestra así Xosé desde esta nueva sala novedosas formas de expresión. Estas están, principalmente, en el centro del espacio: seis pequeñas y expresivas terracotas de barro y gres, figuras de mujeres y hombres echados en el suelo. Cocidas, tras ser moldeadas, en los hornos de Niñodaguia, Xunqueira de Espadanedo, completan esta agradecida muestra plástica de un artista en expresiva transformación. 


Poldras


Poldras, artista y profesor, ha multiplicado su presencia en los últimos tiempos, impartiendo talleres de ‘Poesía visual’, presentado la carpeta de grabados ‘Traballar cansa’ basada en Cesare Pavese o la exposición en el Espacio RV, sito en el sótano de este mismo inmueble, tienda asimismo con trayectoria de exposiciones mensuales. En este nuevo ‘recuncho’ expositivo de la ciudad entra así el arte en diálogo con los espacios de habitación, completando sus promotores las propuestas decorativas profesionales con una significada exposición de un artista local. 

Esta meditada acción supone además una recuperación directa del arte, unido por los mundos aristocrático y eclesiástico desde antiguo hasta el siglo de las Luces, elenco que se amplia desde entonces al entorno burgués. En el otrora edificio del comerciante Olegario Muñiz, realizado por Daniel Vázquez-Gulías en la década de los años veinte en el ensanche de la ciudad, hay desde ahora cuartos con vistas.


Santaella


La artista bilbaína, con vínculos familiares orensanos, dedicada también al mundo de la moda, muestra sus pinturas en la Galería de arte de María del Carmen Vidal, Visol. Son las suyas, unas imaginativas obras figurativas al óleo, de generosos formatos, en los que el poso de las lecturas mitológicas unido al culto lenguaje de las flores determina los significados. 

Así están Pandora o Hebe, esta con su jarra con la que escanciaba la ambrosía a los dioses, aquella con la caja-esfera de los dones para la humanidad, una con rosas y orquídeas, la sencillez y la belleza; esta con adelfas, tan tóxicas… 

La propia Santaella cambia los escorzos, de los que huye, por desenfoques, y más allá de la atenta mirada que lee los elementos de las obras, fuerza el significado con dejes irónicos, vistiendo de moderno al Titán Prometeo con pantalón corto y bambas antes de robarle el fuego a los dioses, y los enanos o ‘clowns’ que incluye con Flora y Hera, respectivamente, un plus este que espesa el contenido de su vistosa puesta en escena elaborada por la artista bilbaína.n

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