Opinión

La máscara, en Navidad

La última exposición de Produccións Arte Mud, en los bajos de la Fundación Vicente Risco, nos lleva hasta Allariz. La noche de la presentación está de aguanieve. En la plazuela de la iglesia y ayuntamiento penden luces y cintas de una cucaña, sutil árbol de luz, que prepara el camino. Cursum perficio hacia el calor del arte, y la música, que nos espera con las obras del colectivo coordinado, en esta ocasión, por Jesús Costa: ‘La Máscara’, como hilo conductor de una idea, o concepto. Como icono de la presencia del dios de la tribu, o ficción, y también como defensa. La máscara como desarrollo de la construcción de una figura, o personaje, disfraz que exhibe y nos oculta a un tiempo... Se ha difuminado en nuestros días la hondura, y polisemia, que encierra y, a la vez, desde su imagen, expande. 

Ahora desde el tiempo de espera navideño, adviento por nombre eclesiástico, en que las instituciones públicas juegan con las luces, podemos mirar a París, la ciudad-luz, para descubrir que allí, delante de Notre Dame, en la plaza, luce el árbol... La presencia de la máscara está también aquí, unida indisolublemente con la Navidad. Así desde el día siguiente al 25 comienza el ciclo en Entroido, que concluirá para iniciar la preparación pascual... Una muestra pertinente, que se prolongará hasta mediados de enero.

La propuesta de Arte Mud con Costa comienza desde su dibujo en el programa de mano, en el que se lee ‘El personaje/máscara subjetiva’. El aporta el grupo de obras más numeroso, desde dos hermosas y sugerentes tallas de madera, a las que acompaña la obra de Raúl Diniz, con cordón de esparto y color, en relieve. El creador brasileño afincado aquí, maestro en su tierra del carnaval, ha sido recientemente uno de los diez finalistas del Concurso de Deseño de Xoias del Colegio Oficial de Joyería. Otras obras de Costa se hallan en el suelo y suspendidas a modo de lucernarios. En otra pared, se exhiben sus máscaras,utilizadas para la representación teatral de Sarabela teatro, ‘O lapis do carpinteiro’, gran éxito del año 2000 que dirigió Ánxeles Cuña, y con la que obtuvo el premio María Casares de teatro de escenografía al año siguiente. Hay máscaras africanas compradas por Seo, quien presenta un cuadro en el pilar central, que comparte con Manolo Figueiras, que trae una carpeta de grabados con máscaras oestrimnias. De unas vigas próximas cuelgan obras de Antonio Soria, y en dos paredes muestra obras Repani. Conforman el cartel de la colectiva los hermanos Javier y Jorge Varela, Cuiñas, Piñeiro, Karballo y Eva Casado. Esta incluye varias obras, entre las que esta una máscara-col, suerte de homenaje a Serge Gainsbourg, al que se conocía por L'Homme à la Tête de Chou. Al inicio el trío Ars Anterga, Ilduara Perianes, voz, con Juan Manuel Vázquez e Irma Fernández en los instrumentos, dieron un amplio concierto de sonidos medievales con Cantigas de Santa María; Martim Códax y piezas sefarditas. De lujo.

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