Opinión

Poldras en la biblioteca del Campus

En la biblioteca central del Campus expone Xosé Poldras. Nos propone una exposición compuesta por dibujos y grabados, acompañados por textos de Eva Santaolalla y Eloy Hervella. 

En las vitrinas instaladas en el cuerpo de entrada, la mayor con cuerpo central más alto, reposan las hojas grabadas con las imágenes suspendidas, como si flotasen, y los fragmentos escritos. Tras entrar en el gran espacio dedicado al estudio e investigación universitaria, continúo hasta el extremo Sur de la singular estancia hasta las mesas de estudio, dónde el artista colocó dos pequeñas piezas en cajas. Por último, en la pared opuesta del diáfano recinto, en el lado Este, cuelgan ocho obras más.

Están todas en un formato menor, de libreta, tan adecuado por pequeño para el transporte. Son dibujos de siluetas humanas, en su mayoría masculinas, con un fondo a dos tonos que le sirve para crear espacios. 

Desde sus silentes acciones, sugieren; desde su ser de figuras solitarias, hablan un lenguaje, con gestos. El pequeño unicornio, del extremo, que los acompaña expresa un concepto... Mientras las analizamos, los numerosos alumni que aún están aquí a esta hora de la noche de viernes, con sus apuntes y libros, acompañados de sus Pc y Smartphone (con los que dialogan en verdad silencioso intercambio) comienzan a moverse. 

Ignoran los dibujos, lejos de ellos, y su mundo. Al salir ni una mirada a la instalación de grabados del hall. Cierto es que apenas están iluminados, cierto que la pared interior dónde se han colocado, la usual en otros casos precedentes, por lo demás, está alejada físicamente del paso de los estudiantes, mas estos ‘Diálogos’ cómo la titula el artista semejan ser flatus vocis. Apenas servirán más que de currículo personal, y para los dosieres de la dirección de la UVigo. 

Inadecuada para el medio en que se exhibe, perdida en el espectáculo del maravilloso espacio en diversos niveles apiramidados y ortogonales, diáfano y luminoso mundo, que los arquitectos Llamazares y Galo Zayas idearon para el estudio en la época del Pte. 

Touriño, y que desde el pasado año se dedica a Rosalía de Castro. Lo que no obsta para percibir una línea plástica coherente en Poldras, artista plástico especialista en grabado, que trabaja en el mundo del libro desde hace una década, aproximadamente. Se formó en Lugo, Salamanca, además de Maastrich (P. Bajos), comenzó a exponer en 1989. Pintura, fotografía y escultura no le son ajenos.



EN EL CAMPUS 

Maya Kapouski y Martina Rainbow (Lucía García y Marta Cerviño, respectivamente) exponen fotografía en Alterarte. Coruñesa aquella, pontevedresa esta, lo hacen para el proyecto Estado Crítico, que continúa dirigiendo Xosé Manuel Buxán. La profesora de dicha facultad, Silvia García, las ha seleccionado para ‘Silencio casi blanco’, que se prolongará hasta comienzos de diciembre. Inaugurada en el tiempo del Outono Fotográfico, forma parte de la sección oficial. A ella se unirá Jesús Madriñán, emergente talento gallego, con ‘Buenas noches’; y Natasha Lelenco y El reloj de Heráclito, ambas en relación con el Campus da Auga. Lo veremos.

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