Opinión

Abel baja el dedo

Gonzalo Caballero puede tener futuro político como ministro, incluso como alcalde absoluto, siguiendo el camino de su tío Abel, pero ya no como candidato del PSdeG-PSOE a la Presidencia de la Xunta. Es humanamente comprensible su deseo de continuar liderando a los socialistas gallegos y también la disculpa de Dolores Villarino, expresidenta del Parlamento en la etapa del Gobierno bipartito, argumentando que Emilio Pérez Touriño no lo consiguió al primer intento, pero "o Gonzalo Caballero hace una reflexión profunda y crítica, o se la van a hacer los alcaldes". 

La reflexión que le hacen pertenece a un socialista curtido en un porrón de procesos electorales que asiste con preocupación al 'sorpasso' del BNG. "La gente ha perdido el miedo a votar al Bloque, donde gobierna lo hace bien y los que ahora ejercen de alcalde se pueden ver a lo sumo como teniente de alcalde". 

Caballero ha hecho todo lo posible para blindarse en el grupo parlamentario a costa de desmotivar a la militancia con las listas. No parece muy astuto traer a los que estaban calentando escaño en el Congreso ni pasar de la opinión de la base, que es la que pelea el voto barra en barra, feria en feria. La marca PSOE funciona mejor que la del PSdeG en Galicia como se ha demostrado con los recientes resultados en autónómicas y generales –las municipales son otra cosa, aunque también es más fácil subir por la cuerda de Pedro Sánchez–, pero comportarse como un delegado del Gobierno sin proyecto propio desmotiva hasta a un socialista impenitente. 

David Regades, secretario general de los socialistas pontevedreses, defendió ayer los resultados en la provincia, aireó errores de campaña y pidió una reflexión en el partido "con toda la familia". Abel ha bajado el dedo. En Lugo, Álvaro Santos también le ha dicho a Gonzalo que él "ya hubiera dimitido". El PSdeG puede tirar de harakiri, como acostumbra, o tomarse un tiempo para escucharse y encontrar un candidato, incluso con Gonzalo pilotando el proceso. Desde Touriño lo han sido Pachi Vázquez, Fernández Leiceaga y Caballero. A Gómez-Besteiro, el más sólido, lo apartó la jueza Pilar de Lara sin que todavía se sepa si fue con razón. Este traje a Gonzalo no le sienta bien.

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