Opinión

Calefacción y pinchazo entre todo y nada

Una rapaza que lleva un porrón de años doblando la cerviz en una tienda para doblar prendas levitaba el pasado fin de semana con una sonrisa talla XXL. "Es que el Fogasa (Fondo de Garantía Salarial) me ha pagado los casi 12.000 euros que me debían y he decidido poner la calefacción a todo trapo. Estoy harta de pasar frío este invierno", comentó a sus colegas cañeros. Ese chute de alegría también empaña la tan cacareada recuperación económica, que tarda más de lo que nos han vendido en aparecer por el horizonte. En vez de brindar con la dependienta por poder permitirse el derroche de estar cómoda en su casa dan ganas de echarse a llorar. Como para cuestionar cualquier estudio de Cáritas que consideran alarmista.
La situación es tan desesperada que a Mariano Rajoy no le va tan mal porque el personal duda entre el todo prometido que no se ha cumplido y la nada con la que amenaza en el caso de que nuevas fuerzas políticas lleguen al poder. En Andalucía, después de tantos y tantos años gobernando, el PSOE se muestra en las encuestas como la fuerza que más votos recibirá el próximo domingo, algo parecido como lo que ocurriría en Galicia con el PPdeG si aquí se celebrasen elecciones autonómicas. Dicen que la gobernabilidad puede pasar por pactos con Podemos o Ciutadans y Mariano Rajoy ya advirtió ayer en Onda Cero sobre los futuros acuerdos que no contempla nada y lo contempla todo. En su línea. Para qué preocuparse hasta que haya que preocuparse y si no hay que preocuparse para qué hacerlo antes de tiempo. Da igual la trama 'Gürtel', que investiguen el despacho en el que trabajó Montoro o que en Andalucía continúen los socialistas con Susana Díaz a la cabeza.
Quiere decir que el personal prefiere seguir en manos de los que ya estaban y tantos favores concedieron para acomodar voluntades, que Podemos trincará votos de Izquierda Unida, que las Mareas en Galicia engordarán con exvotantes del BNG y que, aunque nuevas siglas sustituyan a otras, al final la peña se contentará con poder encender un día la calefacción y recordarlo el resto del año. El globo del cambio parece que se ha pinchado. El popular Pedro Puy se muestra de acuerdo con el expresidente Touriño y ya no se entiende nada. O todo. 

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