Opinión

Día de buenas intenciones

Si no aparecen arrebatos  estériles por el camino, como la moción de censura contra el Gobierno central presentada por Vox antes de pirarse a disfrutar del solaz veraniego, el calendario electoral permitirá dedicar los próximos tres años a levantar los cimientos de una ecomomía más verde y una sociedad más justa con la pasta que llegue de Europa. Sólo las elecciones catalanas aparecen en el horizonte político, pero la pandemia de covid-19 también ha modificado las prioridades y hasta la mano del Ejército ha dejado de producir rechazo en la Generalitat. 

Ayer fue el día de las buenas intenciones en Galicia. Alberto Núñez Feijóo se comprometió en el discurso de su cuarta sesión de investidura como presidente de la Xunta a impulsar una comisión parlamentaria para la reactivación de Galicia y a convocar la mesa de diálogo social tras la primera reunión de su nuevo Ejecutivo. Ana Pontón, portavoz nacional del BNG, ofreció "diálogo" para "aportar soluciones" que mejoren la vida de los ciudadanos porque no es momento de "partidismos" sino de "arrimar el hombro". La crisis sanitaria puede ser una "oportunidad" para que Galicia salga reforzada. La líder de la primera fuerza de la oposición cree que Feijóo ha recogido el guante lanzado hace meses por el BNG tras gobernar once años con "rodillo" parlamentario. El socialista Gonzalo Caballero señaló la necesidad de "empatizar con la ciudadanía" desde la Xunta y se apuntó la paternidad de la comisión para la recuperación económica, idea que ahora no da votos pero puede hacer que esta tierra salga ganando. En el día de los buenos propósitos, no estaría de más que Feijóo rebaje la crítica contra el Gobierno central y tienda la mano cuando lo merezca.

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