Opinión

El "fotorrojo" y el cornetín

Los socialistas ferrolanos denunciaron ayer que la corporación municipal que preside el "rebelde" Jorge Suárez se ha fundido 21.000 euros en un sonómetro al que no se le ha dado ni un solo uso. Tiene tela que una ciudad como Ferrol adquiera un costoso aparato para realizar mediciones de ruido cuando mejor le iría añadir al inventario de cachivaches un cornetín para despabilar. Pero en el supuesto de que el actual regidor no repita en el cargo, el sonómetro quedará para que la policía municipal, que ya ha recibido formación sobre el manejo del aparato en la Academia Gallega de Seguridad Pública de A Estrada, pueda recorrer garitos y viviendas comprobando decibelios y recetando multas para corregir los desmanes. 

Al menos al Concello de Ferrol no le ha dado por instalar un "fotorrojo" para crujir al conductor en los semáforos. Esta fuente de recaudación inagotable, como bien saben en Lugo o en Santiago, ha sido declarada por segunda vez ilegal por el Tribunal Supremo. San Sebastián tuvo que envainarse el dichoso aparato en noviembre de 2015 y ahora lo tendrá que hacer Catarroja al perder el recurso contra la sentencia del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 3 de Valencia de 9 de noviembre de 2014, que había fallado la nulidad de la sanción de 200 euros y la pérdida de cuatro puntos del carné impuesta a un conductor por, supuestamente, haber pasado un semáforo en rojo. Los también conocidos como radares de semáforo no están sometidos a controles metrológicos y no existe una regulación clara sobre el tiempo que tiene que permanecer el disco en ámbar, pero en Lugo y en Santiago las arcas municipales han engordado a costa de dejar en los huesos el bolsillo del personal. Aunque en la capital de Galicia no los instaló la Alcaldía que preside Martiño Noriega, los 8.000 vehículos sancionados en dos años han hecho que Compostela Aberta acabe de colocar un quinto aparato sacacuartos en las calles.

En A Coruña, el gobierno de la Marea Atlántica que preside Xulio Ferreiro decidió no activar los fotorrojos que les dejó el popular Carlos Negreira ante el revés sufrido por San Sebastián y a la espera de los procesos judiciales en curso. Con la sentencia del Supremo quedamos avisados, también los concellos. 

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