Opinión

El patio

Un periodista quiere vivirlo para contarlo, según enseñó García Márquez, o al menos que no permitan leer lo que escribes porque escribes el jaleo que ves, como le sucedía con la censura al poeta Blas de Otero durante la dictadura. El domingo fue unos de esos días en los que te gustaría estar a la vez contando manifestantes por la unidad de España en Madrid y los de Santiago en defensa de la sanidad pública. Pero como hay ocasiones en las que el deseo pesa menos que otras obligaciones, no quedó más remedio que engancharse a internet para seguir lo que sucedía en las dos plazas como si se tratase de una jornada de fútbol.

Estaba al otro lado de la línea telefónica un colega periodista discutiendo la cantidad de personas que decidieron acudir a cada una de las convocatorias cuando llamaron a la puerta. Era la vecina con su hijo que no pasa de los cinco años. "Como eres periodista quería hacerte una consulta", comentó sin saludo de cortesía ni preámbulo. La cabeza inmediatamente se fue a Colón y a la Quintana. Tuvo que escuchar una disertación sobre las cuentas que hace cada convocante, las cifras reales, la conveniencia de la asistencia del presidente Feijóo a un acto con Vox mientras en Galicia la sanidad recorría las calles compostelanas y otras consideraciones políticas a las que respondió con cara de no comprender nada. "Ni sabía que había una manifestación. Te cuento a lo que he venido porque le iba a preguntar al portero, pero seguro que tú me puedes aconsejar. Es que me han dicho que en internet te pagan por subir vídeos con las ocurrencias de los niños y quería hacerlo yo también porque el mío es muy simpático". 

El chaval parecía esperar la señal de la madre para interpretar su papel, pero ese momento no llegó porque ella quedó convencida de que el portero del inmueble es una tribuna más solvente sobre la manera de exponer al cativo en el patio mediático. Al despedirse dejó una sensación de envidia sana por ser capaz de vivir sin que te salpique la actualidad. 

Si la manifestación de Madrid a la que asistió Feijóo legitima a la derecha para exigir a Pedro Sánchez un adelanto electoral, la convocatoria de Santiago tendría que comprometer al presidente de la Xunta a modificar su modelo sanitario. Así está el patio.

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