Opinión

Gestoría Feijóo y derribos Beiras

Doce horas después, Galicia continuaba incluso más confundida. "Claro que tenemos pobreza, pero más de tres puntos menos que la sociedad española. Y esto merece la pena destacarlo porque es verdad", dijo el presidente en su segunda intervención durante el debate de política xeral. En la gestoría San Caetano que dirige Alberto Núñez Feijóo todo va marchando, aunque sea a ojo. Hazme unos presupuestos que midan algo más de un metro escaso y ya vemos cómo sienta el traje. "Lo que sí es cierto es que tramitamos 5.700 reclamaciones por una tarifa eléctrica abusiva", comentó también el presidente. La Xunta está más pendiente de las pequeñas gestiones que de una política atrevida para que un país que produce electricidad tenga compensación en el recibo.

Al Gobierno gallego le va bien hablando de menudeo y al presidente mejor. Cuando ese recurso falla, siempre está el previsible mosqueo de la oposición cuando se le enseña el engaño. Después de pronunciar por la mañana un discurso con la pasión de un contable, Feijóo apuntó directamente en el turno de réplica a la visceralidad de Xosé Manuel Beiras al decirle "con todo respeto" que su alocución cargada de referencias le había recordado una clase en la universidad de hace muchos años con la única diferencia de que había cambiado la hora. "No digo que su discurso sea malo, sino que no es para la Galicia de hoy ni para la sociedad de hoy". Feijóo incluso le trasladó su preocupación por haber elevado a Pablo Iglesias junior a la categoría de referente intelectual y a Beiras sus comentarios le sentaron como una mancha en el lino inmaculado. Y comenzó el teatrillo. Que si usted no es un ignorante, pero sí impermeable a cualquier esfuerzo educativo; que no lo creía tan acomplejado, encaramiento delante del escaño... Los dos tuvieron su minuto. El líder del PSdeG, Xosé Ramón Gómez Besteiro, salió disgustado porque la presidenta del Par- lamento le tiró de las orejas por protagonizar sin previo aviso la valoración del discurso del presidente en vez del portavoz parlamentario; Jorquera intentó que el foco también se detuviese en el BNG, pero a la Gestoría Feijóo y a Derribos Beiras le sigue funcionando el ruido, a uno para perpetuarse al otro para encabezar una marea de cambio.

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