Opinión

La llamada

Aún queda mucha fiesta y el personal ya está un poco empachado por tanta ronda para pactar los gobiernos autonómicos, provinciales, municipales y también el central. Quizá haya que acostumbrarse a que las negociaciones ocupen más tiempo que las campañas electorales porque las mayorías absolutas comienzan a escasear por decisión de los ciudadanos, pero sería conveniente prescindir del fogueo mediático en los contactos  para no tener que corregir los vetos aireados con solemnidad y las condiciones inamovibles a las dos semanas.  

Pablo Iglesias se quejó tras ser recibido por el rey de que llevaba dos semanas sin tener más noticias de Pedro Sánchez que lo que se entera por la prensa. Mientras el líder de Unidas Podemos espera a que suene el teléfono porque sus votos son imprescindibles para elegir presidente, Pedro Sánchez envía a través de sus portavoces el mensaje de que pretende gobernar en solitario porque "el PSOE tiene más diputados que el segundo partido más votado", según sus propias palabras. Es cierto, pero no le llegan, el CIS dice que la peña prefiere un Gobierno a cuatro manos, Podemos ya lo dejó una vez a un paso de la Moncloa y Pablo Iglesias también necesita un punto de apoyo para no caer al precipicio de la insignificancia.

También resulta comprensible que Santiago Abascal amenace con no repetir en Madrid el menú andaluz porque no le han dejado ni probarlo. Vox puso los condimentos que faltaban en la receta para que PP y Ciudadanos no le dejen sentarse a la mesa a disfrutar el plato. Y después se sorprenderán si el partido de Abascal continúa creciendo en los próximos procesos electorales, pero está demostrando más coherencia en la defensa de lo que piensa, que no quiere decir que tenga razón, que Casado y  Rivera. Incluso Julio Anguita advirtió de que los que van de frente no pueden dar miedo. 

En Galicia hay una historia de llamadas pendientes enternecedora. Darío Campos, presidente en funciones de la Diputación de Lugo, quiere seguir en un cargo al que se postula José Tomé, alcalde de Monforte. Campos lamenta que el líder del PSdeG no le ha cogido dos veces el teléfono. Gonzalo Caballero aclaró que acaba algunos días con 30 llamadas perdidas. Y queda una semana para la elección de los alcaldes. 

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