Opinión

La pasta del empresario gallego

Cuando el desánimo tapiaba el optimismo durante los momentos más duros de la pandemia provocada por el coronavirus, el doctor Víctor Vidal –anteayer protagonizó el Foro La Región con una charla sobre el estrés y la huella de covid-19 en la sociedad– aportó en un reportaje una reflexión esperanzadora que sitúa a Galicia en mejor posición para sacudirse la crisis eonómica una vez superada la sanitaria: "Pienso que tienen un espíritu optimista mayor que en otras comunidades. Los gallegos que conozco son luchadores y con una gran resiliencia".

En ese momento ya se sabía que Amancio Ortega había decidido que los trabajadores de Inditex no entrarían en un ERTE; un gesto que no castigaba las ya famélicas arcas públicas a pesar de las tiendas cerradas, y que Hijos de Rivera también mantenía el empleo de su millar de trabajadores. Esta maniobra también plausible resultó menos llamativa porque el personal siguió agarrándose a una Estrella Galicia para afrontar la situación, sólo que cambió la barra del bar por el lineal del supermercado, como supo valorar Gadis al premiar el esfuerzo de sus trabajadores con una subida salarial de 350 euros.  

A pesar de estos antecedentes, la reflexión de un optimista impenitente como Víctor Vidal sonó a carantoña con la tierra a la que se dirigía en el reportaje, aunque por el currículim no había que dudar de su juicio: médico especialista en Medicina del Trabajo, inspector nacional de la Seguridad Social, doctor en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza, investigador sobre el estrés y divulgador en prensa y programas de televisión como el inolvidable "Redes" de Eduardo Punset. 

Las reservas quedaron desmanteladas al día siguiente al recibir un mensaje de un colega leonés de la pachanga de los jueves: "Pues igual es verdad y sois de otra pasta. Mis jefes son gallegos, somos 500 tíos y no han hecho ERTE ni ERE". Se trata de Hierros Añón. Inditex acaba de presentar pérdidas de 409 millones por primera vez en la historia por el lastre de la pandemia, anuncia el cierre entre 1.000 y 1.200 tiendas –de 250 a 300 en España– para impulsar la venta electrónica con una inversión de 2.700 millones y garantiza la recolocación de los empleados. De otra tela.

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