Opinión

"Sara no se calla"

El Campus de Ourense contará con una nueva estudiante este curso. Se llama Sara y como la residencia universitaria no estará lista cuando principien las clases dentro de dos semanas, su madre ha conseguido alquilar un piso apañado con terraza por 600 euros a un paso de la Facultad de Ciencias. La rapaza compartirá vivienda con otras dos compañeras, pero ella apoquinará algo más porque se ha reservado la habitación con baño. "Es que yo me la conozco y Sara no se calla. Cuando comience a ver pelos o desorden puede discutir, aunque eso no quita para que las compañeras utilicen su baño si alguna vez lo necesitan", explicó a gritos la mujer en la coruñesa playa de Cabanas, al lado de Pontedeume, hasta hartar a un gran número de bañistas que fueron alejándose del grupo de cotorras sin que la voceadora se diese por aludida. 

Si Sara no se calla, su madre tampoco y este chófer de anécdotas continuó con la oreja puesta porque se trataba de un tema ourensano, aunque podía oírse a la señora a centenares de metros sin esfuerzo. Resulta que el día que acudió a apalabrar el alquiler, todo en negro por supuesto, la propietaria, que reside en Santiago para mayor precisión, reiteró que el piso tiene que quedar reluciente cuando termine el curso y las estudiantes entreguen las llaves. Y en ese momento la madre de Sara no pudo callarse. Como para que le insistan con la limpieza cuando en la encimera se encontró migas de pan y tres habas negras. Además, en el baño de Sara, que ahora sí está reluciente porque su madre se ocupó de higienizarlo concienzudamente, había restos de maquillaje, de pasta dentífrica y un tampón perdido en el cubo de la basura.

Andaba aireando las tres habas negras como si llegasen para preparar un potaje, porque Sara está dispuesta a cocinar aunque en alguna ocasión se alimente en el comedor universitario, cuando el que parecía el padre de la moza llegó al grupo con la noticia de que Mariano Rajoy se someterá a la sesión de investidura el próximo 30 de agosto. "Me vienes con chorradas cuando estoy hablando de cosas importantes", espetó la madre de Sara después de fulminarlo con la mirada. Hasta puede tener razón. Rajoy prepara la investidura con habas contadas.

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