Opinión

Telemedicina o diagnosticar de oído

Días antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considerase pandemia el brote de covid-19, un médico confesó en el vestuario de un polideportivo que pasaba consulta a ciegas. "No sabemos muy bien cómo actuar, estamos examinando a los pacientes con distancia y ya no los tocamos como antes. Atendemos con mascarilla y el cambio que más he notado es que nos lavamos las manos constantemente". 

El interés en esos momentos era relativo porque el personal quería convencerse de que era cosa de las excéntricas costumbres alimentarias de los chinos y aquí no iba a llegar, como también quiso creer la vieja y altiva Europa. Pero un hostelero guiri que asistía a la conversación por azar deslizó una pregunta que hizo doblar de risa al vestuario: "¿Hasta ahora no os lavabais las manos?". "Sí, hombre, pero no con tanta frecuencia", respondió el galeno tan colorado como el castigo del sol en la cara del guiri. 

Al decretarse el estado de alarma, las consultas médicas pasaron de ser presenciales a telefónicas pero, ya que nos adentramos en la llamada "nueva normalidad y se ha detenido la propagación del coronavirus, una cosa es evitar al plasta que dice "sólo vengo a por recetas" nada más se planta en el centro de salud y otra diagnosticar de oído. 

Un colega ourensano se ha cansado de explicar por teléfono síntomas que a priori se remedian con un analgésico o un jarabe para las alergias, pero tampoco es recomendable tentar a la suerte aunque tengas un trébol de cuatro hojas a mano. La prevención suele ser la mejor medicina. Como el malestar no remitía, en vez de repetir la cantinela por vía telefónica decidió cambiarse para Sandiás, donde realmente reside, y al día siguiente fue atendido en el centro de salud por un médico en persona. En caso de gravedad su hospital de referencia será Verín, pero es de los que cree que los facultativos estudian lo mismo tanto si su plaza acaba siendo en la capital o en una villa. La plataforma SOS Sanidade Pública de Pontevedra ha convocado el día 25 una concentración para solicitar que se recupere la actividad ordinaria y medios para el personal sanitario que nos ha sacado del brete. El riesgo es que se vuelvan a colapsar las urgencias por consultas menores. 

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