La responsabilidad no va por barrios ni es cuestión de edad. En Melide estaban citados en la primera tanda 480 chavales del millar a los que se les va a realizar la prueba PCR para detectar asintomáticos con covid-19 y acudieron 478. Con esta respuesta están más cerca de frenar los dos brotes con 17 positivos en el municipio o al menos convivir con la pandemia. Otro encierro, mientras la tasa de letalidad sea inferior al 1% o "tolerable", según terminología de expertos, parece improbable por el boquete económico que dejó el primer confinamiento.
Inés Rey, alcaldesa de A Coruña, se está mostrando como una de las voces más sensatas de los socialistas gallegos a la hora de señalar deficiencias o sugerir actuaciones a la Xunta. Ayer pidió que no se estigmaticen barrios en los que se concentran los brotes en la ciudad como es el caso del Agra del Orzán, con una densidad de población de las más altas de Europa. También recomendó a Feijóo que asuma las competencias que reclamaba al Gobierno central durante el mando único y fije el protocolo para la reapertura de los centros escolares sin esperar a la Conferencia de Presidentes con alguna medida que vaya más allá de la "obviedad de llevar mascarilla". El Ministerio de Educación tampoco tiene prisa. La urgente apertura escolar para evitar un castigo doble al obrero se deja para septiembre.
Mientras, el PP le atiza en Vigo a Abel Caballero por estar entretenido con la instalación del alumbrado navideño en vez de centrarse en los rebrotes y en las consecuencias económicas, pero el alcalde absoluto enseña una página del rotativo 'The Guardian' y presume de que "el segundo periódico del mundo" recoge su campaña de promoción que acabará beneficiando al comercio local. De nota.
