Opinión

Un COB de película

El cine puede sentirse orgulloso del partido de baloncesto vivido el pasado sábado en el Paco Paz. El encuentro entre el COB y un Real Betis que todavía mantiene el aroma de la ACB discurrió según la narrativa que convierte habitualmente al juego de la canasta en un deporte de película: dinamismo, intensidad, alternativas constantes en el marcador y un final de suspense al más puro estilo Alfred Hitchcock. Incluso alguna que otra controvertida decisión arbitral sirvió para que el entregado público ourensano pusiese, por momentos, una bronca banda sonora al relato. Eso sí, sin olvidar el tremendo punteo de guitarra, mopa en mano, de nuestro querido lobo entre cuartos.

A falta de dos grandes actores como Justin Turner y Karamo Jawara, el director técnico de este elenco, Félix Alonso, exprime la esencia de la palabra equipo como si de “La naranja mecánica” de Stanley Kubrick se tratara. “La delgada línea roja” –maravilloso film de Terrence Malick- entre los titulares y suplentes del plantel cobista resulta cada vez más imperceptible y difusa: todos rotan, todos se sienten protagonistas y todos están a la altura de un deporte de altura en el que, como dijo Al Pacino-Tony D’Amato en “Un domingo cualquiera”, “o bien nos reconstruimos ahora, como equipo, o nos desmoronamos como individuos”. Así también es la vida, así es.

Ahora solo queda que el aficionado más reticente determine qué papel está dispuesto a interpretar en esta película. Puede continuar enganchado a una socorrida serie de Netflix o puede acercarse al pabellón a ver una serie de verdad. En el Paco Paz todavía hay sitio, así que… anímese a lanzar un triple desde la grada de Río, póngale un tapón a sus problemas durante un par de horas y márquese un “pick and roll” con su pareja después del partido. Como advirtió Vito Corleone en “El Padrino”, es una oferta que no podrá rechazar.

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