La Región

El amor mueve negocios, por Monchi Sánchez

Termatalia Colombia 2025

"El Bien Estar de las aguas"

Día 3

La Región

Tercera historia de mi cuaderno de viaje

A 7.100 kilómetros de Ourense y a 2.525 metros sobre el nivel del mar arrancó el VI Congreso Internacional sobre Agua y Salud de Termatalia Colombia que este año se celebra en el municipio de Paipa, en el departamento colombiano de Boyacá, organizado por Expourense, con apoyo de los anfitriones locales.

Como periodista, y de la mano de La Región, me dispongo un día más a observar, escuchar, preguntar, aprender y, por supuesto, contar esas historias que parecen pequeñas, sencillas, pero que tienen mucho más recorrido del que parece inicialmente. La de hoy está llena de amor.

En Iza, en el departamento colombiano de Boyacá, acuden las familias colombianas los fines de semana a darse un baño y a comer dulces, “es la tierra de los postres”, asegura el guía Mauricio Sánchez, al tiempo que se detiene en el origen religioso de esa tradición repostera, que hasta incluye milagro.

Aquí, de la mano de Termatalia Colombia 2025, visito un balneario con aguas terapéuticas e historia familiar. Pero, sobre todo, me reconcilio con Jean Austen y el amor romántico.

El balneario se llama Erika, un nombre de mujer que ya nos da una pista.

Erika es un establecimiento balneario que nació hace 90 años de una pasión: la de Luis Ángel Rodríguez y la alemana Erika Kilbert.

La instalación huele a azufre, el de sus aguas; destila espiritualidad (la de los rituales para conectar con la naturaleza y bienestar en homenaje a los ancestros, los muiscas) y honra a sus fundadores con su foto de bodas en blanco y negro encima de un pequeño mostrador. A su lado, se pueden leer (si sabes alemán) una treintena de bellas cartas de amor de las muchas que el lugareño Luis escribió en la lengua germánica (sabía cinco idiomas) a su amada. Incluso cuando esta ya había muerto le siguió escribiendo misivas para sentirla cerca.

Su escritura, en línea recta e impecable grafía, como su amor.

Luis era abogado y la conoció en un viaje de asueto por Europa y, hasta que logró que ella se viniera, le envió infinitud de cartas. Hasta que en una de ellas se lanzó y le propuso que dejara la fría Alemania por la cálida Colombia.

Le gustaba agasajarla y decidió aprovechar el manantial que había en sus tierras de Iza para construir una piscina pequeña y una casa al lado.

En 1930, el “doctor” Luis Ángel decidió abrir un negocio y ponerle el nombre de su amada. No había carretera (ahora la hay, pero estrecha) sino caminos de herradura y había que venir a caballo.

En 2025, es la tercera generación que se hace cargo del negocio familiar (con hotel incluido), aunque al fallecer la pareja estuvo 30 años estancado. Sin avances y en retroceso.

Elvira (la hija de Erika y Luis) y su hija Margrit Sánchez Rodríguez son ahora las dueñas de la instalación al 50%. Apuestan por un modelo de negocio moderno, pero respetuoso con los ancestros y la naturaleza.

Eduard Porras, el marido de Margrit, se para a contarme la historia de amor que fundó uno de los balnearios más emblemáticos de la región: el Erika.

La conversación podría seguir horas, pero hay que continuar. El grupo de Termatalia se hace una foto de "familia".

Termina el día y una hoja más de mi cuaderno se cubre con una historia especial de aguas, ilusiones y muchas cartas de amor.

stats