La Región

Pasión de gavilanes llega a Macondo

Termatalia Colombia 2025

"El Bien Estar de las aguas"

Día 4

Monchi Sánchez

Cuarta historia de mi cuaderno de viaje

En el Día Mundial del Turismo, dentro del programa de Termatalia Colombia 2025, llegamos a Villa de Leyva (25.000 habitantes), en el departamento de Boyacá. Una localidad que forma parte de la red de “pueblos patrimonio” de este país y declarada monumento nacional en 1954.

La elección, en tan señalado día, no es caprichosa: es uno de los municipios más turísticos e impresionantes de Colombia por su arquitectura colonial. “Es la ciudad más visitada por los turistas después de Cartagena de Indias, según comenta Elva Inés Alba Palacios, gerente del balneario más importante del lugar.

En su haber, además de manantiales naturales que brotan de la tierra, figura la plaza mayor más grande de todo el país. “Catorce mil metros cuadrados con piedra de río”, tal como destaca la guía Doris Carreño. Una antigua plaza de armas donde iban los ejércitos a formarse.

¡Un detalle! Hasta la plaza llegamos en chiva, un divertido vehículo tradicional decorado con vivos colores, que se fue adentrando en calles empedradas, una de ellas con macabra leyenda y “energía pesada” -la calle del Silencio-, al ritmo de cumbia y vallenato.

El lugar ha sido escenario de numerosos usos, como mercado, lugar de reunión, punto festivo y hasta escenario de ficción.

En Villa de Leyva cada piedra parece un recuerdo y cada balcón, un escenario. Tanto su plaza como sus casas coloniales han servido de plató cinematográfico para películas, pero, sobre todo, para muchos melodramas.

Allí, según relata Wendy Paola Poveda (18 años), se firmaron escenas de Pasión de gavilanes, la telenovela que marcó a toda una generación y que atrae a visitantes en busca de la tierra de los hermanos Reyes. Son muchos visitantes los que buscan en esta plaza el bar Alcalá de Rosario Montes en la serie.

Wendy Paola Póveda, la joven guía turística que nos acompaña, explica la historia de este punto de encuentro y tradiciones, además de guardar algún que otro misterio o leyenda que pasa de generación en generación.

Café con aroma de mujer fue otra de las telenovelas que incorporaron a este municipio entre sus localizaciones de rodaje o producciones como Los pecados de Inés de Hinojosa.

Tras conocer con más detalle su historia, recorremos las calles que confluyen en la plaza y las historias que esconden sus piedras.

Casas, balcones y calles también ha servido de aliado al realismo mágico de García Márquez. Con el rodaje de Cien años de soledad, Netflix transformó Villa de Leyva en Macondo.

Antes de adentrarme en la compra de imanes de la calle más turística del pueblo, me adentro en un pequeño jardín. Una vecina del lugar asegura que el busto que lo preside no es baladí.

Se trata de Camilo Torres Tenorio, el encargado del Memorial de agravios. “Expuso los abusos de la colina española de la Nueva Granada en 1809 y promovió la independencia y separación, que se logró el 7 de agosto de 1819 en el Puente de Boyacá”, explica con orgullo patrio.

A bordo de la chiva, a cuatro kilómetros, llegamos a La Portada de la villa, un centro de aguas termales y spa ubicado en Sáchica.

A 2.152 metros sobre el nivel del mar y a casi 8.000 kilómetros de distancia, descubro que este imponente balneario, rodeado de naturaleza y animales vivos como las llamas, está inspirado en las termas a orillas del Miño de Ourense.

Pero eso será otra historia.

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