Los vecinos de San Francisco, en Ourense, explotan contra la escasa visibilidad de los pasos de peatones de la rúa da Granxa, que se han convertido en un quebradero de cabeza para los ciudadanos. Una mujer sufrió ayer por la mañana un atropello a la altura del número 25, precisamente en uno de los pasos de cebra que el Concello de Ourense contempla “elevar” para mejorar la seguridad vial en esta carretera peligrosa. Es el segundo atropello a un peatón en menos de una semana en esta calle crítica: el pasado viernes, otra mujer terminaba ingresada en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense al ser alcanzada por un vehículo, a la altura del número 97, donde también hay otro paso de cebra con baja visibilidad. Los vecinos de este barrio de la ciudad llevan años reclamando un refuerzo de la seguridad en zonas en las confluye la escasa visibilidad con excesos de velocidad (a pesar de que los tramos están limitados a 30 kilómetros por hora) y pasos de peatones en curvas. De momento, las medidas prometidas por el gobierno local (en el plan de seguridad se contempla elevar otro paso en la rúa da Granxa, en el cruce con Emilia Pardo Bazán), siguen sin aparecer.
Precisamente hace un año, otra mujer era atropellada en la rúa da Granxa, a la altura de un paso de cebra: las heridas provocadas por el alcalee de un vehículo la mantuvieron seis meses ingresada en el Complexo Hospitalario Universitario de Ourense.
Los vecinos de San Francisco claman contra esta situación, ya que los atropellos se repiten: no es la primera vez que se producen alcances a peatones en tan poco tiempo. En 2019, una vecina de la ciudad de 42 años, resultaba herida de consideración al ser atropellada por un turismo. La víctima cruzaba por un paso de peatones en la rúa da Granxa, a la altura del número 62. Curiosamente, apenas 24 horas antes de este suceso, una mujer era atropellada con resultado mortal, muy cerca de esta vía: en Pena Trevinca.
Anteriormente, en 2011, una adolescente de 14 años también sufría heridas al ser atropellada a la altura del número 5 de la rúa da Granxa, en un paso de cebra.
Además de los pasos elevados mencionados en esta calle, el Concello de Ourense contempla otros 12 por toda la ciudad en su paquete de medidas de seguridad vial.
