Reportaje

Coronavirus en Ourense: Cuando el teletrabajo no procede

OURESNE 17/03/2020.- Diario del coronavirus. José Paz
photo_camera Técnicos y personal de ambulancias en las inmediaciones del CHUO a la espera del traslado de pacientes. (FOTO: José Paz)
Una de las cosas positivas en la crisis del coronavirus será la implementación del teletrabajo, puesta en marcha para salvaguardar plantillas. Pero no todos pueden, los hay que deben palpar la realidad con sus propias manos

"Ponte al sol, que dicen que cura el coronavirus”. Al cuarto día de confinamiento algunos ya tienen soluciones a la pandemia. El CHUO y todo su entorno es una pequeña ciudad, estos días en pulso débil, hoy al ralentí. Los bares, cafeterías y restaurantes que tanta vida le dan al entorno, están como el país, con la persiana bajada. Tan sólo están abiertas las tiendas de alimentación y la farmacia, una de las más visitadas. También muy activas las tiendas de ortopedia, que junto a las funerarias -estos días en servicios mínimos; sólo atienden por teléfono- son muy numerosas en la zona. La delgada línea entre la vida y la muerte aquí es una mercancía más. 

En días de pandemia y aislamiento el teletrabajo ha convertido los hogares en una especie de camarote de los Hermanos Marx agitado de ordenadores con las pantallas a todo trapo. Lo que estaba pendiente de implantar en una década se ha ejecutado en cuatro días. Pero no es posible en todas las empresas, o no del todo, ni lo es para todos los trabajos. Los hay que tienen que enfrentarse a la realidad con sus propias manos; no queda otra.

Mantener la calma

A Pablo Vega, médico gastroenterólogo estos días agitados no le han borrado la sonrisa ni la calma, una de sus premisas. A las puertas del hospital le da unas pautas a una paciente mientras hace un receso. “Estos días -dice- los temas ambulatorios los estamos tratando de hacer por vía telefónica para evitar que la gente venga al hospital, pero no estamos demorando las cosas que consideramos urgentes”. “A día de hoy -añade- creo que la penetrancia es baja pero hay que estar preparados para lo peor”.

OURESNE 17/03/2020.- Diario del coronavirus. Pablo Vega, gastroenterólogo. José Paz

Dice que el clima que se vive dentro es razonablemente bueno. Uno de los sectores que no pueden evadir el contacto con el enfermo es el de los técnicos de ambulancia. Domingo Barreira es uno de ellos, junto con otros compañeros esperan en uno de los laterales del hospital, se encargan del área sanitaria de Ourense, que alcanza zonas tan distantes como Bande, Castro Caldelas o Ribadavia; han trasladado pacientes de radioterapia y diálisis y ahora esperan por ellos para llevarlos a casa. “O traballo levámolo con tranquilidade, o que pasa é que a xente anda ca mosca detrás da orella. Nós levamos sistemas EPI cando vamos a por unha persoa que xa se sabe que está contaxiada, co resto da xente non sabes; non é algo que podas prever”. En el parabrisas del coche llevan pegados carteles con el lema "quédate en casa, sé responsable". Ellos no pueden. 

Los taxistas están en servicios mínimos, sólo trabajan  el 25 % de ellos, para que haya menos exposición. Rubén Fernández desinfecta el interior del vehículo después de cada salida, y si es posible, preferible el cobro con tarjeta. Estos días hay poco movimiento. 

Pedir un periódico, una revista, o un libro de crucigramas a un kiosquero con guantes y el rostro casi cubierto del todo, impone. Son los tiempos. Algo parecido le ocurre a Gabriel Muñoz que oculta su acento caribeño bajo un “salvabocas”, como él dice. Reparte material médico y de ortopedia en la zona.

OURESNE 17/03/2020.- Diario del coronavirus.Gabriel Muñoz, repartidor de farmacia.  José Paz

Las funerarias están en servicios mínimos, no tratan al público. Atienden consultas telefónicas y vía telemática. “Pero con servicios mínimos se hai un cadáver tes que enterralo; nós gracias a Dios non tivemos ningún con coronavirus, pero as medidas de seguridade dentro do hospital temos que telas, e nos domicilios”, comenta Suso García, a las puertas de la oficina mientras fuma un cigarro.

Son las seis de la mañana, mientras la ciudad se despierta y antes de que el hospital levante máquinas, Antonio Fernández y Manuel Rodríguez ya han dejado en las inmediaciones el camión de la empresa. Ellos traen la ropa limpia que el complejo precisa y, con las debidas precauciones, recogerán la sucia. Entre la sucia ya les ha tocado alguna nota de “posible Covid-19”. Todo el material lo depositan en una nave y un camión remolque lo traslada hasta León a la empresa Ilunion. ¿Precaución? Mascarilla y doble guante.  

OURESNE 17/03/2020.- Diario del coronavirus. Antonio Reinoso, Manuel Rodríguez, recogen y transporta ropa sucia del hospita y traen la limpial. José Paz

Desde la terraza que da a la vieja entrada del CHUO se vislumbra el trajín, al ralentí, de la enfermedad y las circunstancias. En un banco al sol, de un móvil se escucha una rumba, ahí está la solución.

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