Una medición de los terremotos que depende de los habitantes que los perciban

RED SÍSMICA NACIONAL

La Red Sísmica Nacional aconseja participar en sus cuestionarios para mejorar sus mediciones. “En función de la población afectada y los daños percibidos, podemos establecer una intensidad”, explica el sismólogo Carlos González

Así se produce un terremoto.
Así se produce un terremoto.

El terremoto de intensidad 5.5 que se vivió en Lisboa a comienzos de esta semana se dejó sentir por toda la península, pero tan sólo un puñado de localidades, entre ellas O Irixo, constan en la base de datos de la Red Sísmica Nacional, dependiente del Instituto Geográfico Nacional, como lugares donde se percibió el temblor, pudiendo ser mucho más extenso, pero imposible de cuantificar por la falta de datos.

El sismólogo Carlos González lo explica de la siguiente manera: “El terremoto genera unas ondas que se van propagando, y cada vez se sienten menos según se alejan del epicentro. Es más sencillo que llegue a la zona de Pontevedra que a la de Ourense, puesto que atraviesan más tierra”. González añade que “puede ser que no se hayan mandado cuestionarios. Son una información que nos mandan los propios usuarios, porque hay alguna zona como Xinzo de Limia donde se recaban menos cuestionarios que en la costa”, explica.

Estos cuestionarios son accesibles desde la web del Instituto Geográfico Nacional. Reciben el nombre de “cuestionarios macrosísmicos”, y abarcan tanto la ubicación de la persona que percibe el temblor como la sensación percibida, el movimiento observable, posibles daños en el entorno y el peligro que la persona pudo haber sentido en el momento. “En función de la población afectada y los daños percibidos, podemos establecer una intensidad”, comenta el sismólogo Carlos González. “El usuario puede añadir al cuestionario fotos de cómo ha quedado su entorno. Los temblores producen unas grietas concretas que nos permiten ver si el daño fue provocado por el terremoto. Luego, en función de una escala internacional, se atribuye una intensidad”, continúa González.

En el caso del terremoto de Lisboa, la participación fue muy alta en Extremadura. “Mucha gente de allí rellenó cuestionarios”, explica Carlos González, quien añade que “de la zona de Galicia hubo sobre todo de Pontevedra”.

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