El Ourense de Luanco, en uno de sus peores partidos de la Liga

Los ourensanos apenas si entraron en calor

Taranilla. Apenas una parada en todo el partido. Pero dos goles encajados. Ya lo dice él, de los partidos en los que menos trabajo he tenido desde que estoy en el Ourense (1) Seoane. Lo pasó fatal con Pablo Lago, el autor de los dos goles que destrozó al ourensano y al resto de la defensa en cada una de sus intervenciones. Apenas apareció en ataque pero fue el encargado de patear una falta, después de una dejada en corto de Lozano, en la segunda parte y con todo el equipo arriba, en otro de los muchos misterios que tiene este Ourense (1).

L.R.

Publicado: 14 ene 2008 - 10:45 Actualizado: 10 feb 2014 - 23:36

Rives. Lejos, muy lejos del Rives de antes de las lesiones, de nariz y de hombro. Menos rápido y menos contundente de cara a los atacantes del equipo rival. Con todo, y como tampoco es que el Marino metiese a los ourensanos en el área, vivió el partido con cierto respiro (1).

Aloisio. No debe hacerse el único responsable de la derrota. El Ourense falló un penalti, él en concreto, pero perdió por otras muchas cosas. Tampoco fue su mejor tarde, no. Fue cambiado a los 13 minutos del segundo tiempo, algo extraño. Debió ser una decisión técnica de Tomé, porque no arrastraba problema físico alguno, al menos aparentemente (1).

Oli. Bastante tuvo con tapar a Pablo Díaz. No es el Oli de principio de temporada, aquél que irrumpió como un avión en las alineaciones de Tomé. Pero tampoco estuvo a un nivel más bajo que el resto de compañeros (1).

Jaime. Desaparecido en combate. Ni una sola vez pudo marcharse de su marcador, no es el Jaime que me lo han cambiao. También dejó el campo antes de tiempo, en el minuto 18 de la segunda parte (0) Lozano. Intentó cargar con el peso atacante del equipo, sin conseguirlo. Su mejor aportación fue un cabezazo a bocajarro a la salida de un saque de esquina lanzado por Jaime Moreno que repelió el portero asturiano de nuevo hacia la esquina (1).

Juan Estévez. Salió con el partido cuesta arriba y mientras entraba en calor llegó el 2-0 (1).

Yebra. En el mismo tono bajo que el resto del equipo. En un campo de pequeñas dimensiones como es Miramar se impone el patadón y tente tieso más que el intento de combinar. Se vino abajo, como todos, cuando el Marino marcó el segundo gol (1).

Jaime Moreno. Una sombra que atacó por la izquierda. Lo intentó, pero el lateral derecho asturiano era un tipo duro (0).

David. Cambio a la desesperada de Tomé, ya con todo perdido y el equipo rojillo contra las cuerdas. Ni siquiera entró en juego (0).

Martín. Tercer cambio rojillo, en el minuto 86 de partido. Su nombre quedará escrito en el acta arbitral de un partido entre Marino y Ourense. Nada más (sc).

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