El rey pone deberes a PSOE y PP, que no se dan por aludidos

El Rey Felipe VI ha vuelto a hacer un llamamiento al diálogo y el consenso a la clase política española con motivo de su tradicional Mensaje de Navidad, en el que advirtió que la contienda política en ocasiones “atronadora” no debe impedir escuchar la “demanda de serenidad” de la ciudadanía y animó a seguir cultivando el espíritu de concordia que alumbró la Constitución de 1978. El monarca escogió el Palacio Real como escenario de su discurso más importante del año donde reivindicó la necesidad de preservar el bien común “por encima de las eventuales divergencias y desencuentros”.

Fue precisamente “el acuerdo en lo esencial” lo que inspiró la Constitución de 1978. “A pesar del tiempo transcurrido, la concordia de la que fue fruto sigue siendo nuestro gran cimiento”, sostuvo, defendiendo que “cultivar ese espíritu de consenso es necesario para fortalecer nuestras instituciones y para mantener en ellas la confianza de toda la sociedad”. En este sentido, resaltó que el “pacto de convivencia” que supone la Constitución “se protege dialogando” e incidió en que “ese diálogo, con altura y generosidad, debe siempre nutrir la definición de la voluntad común y la acción del Estado”.

El rey fue muy claro, probablemente preocupado por la crispación de la vida política. “Serenidad en la esfera pública y en la vida diaria, para afrontar los proyectos colectivos o individuales y familiares, para prosperar, para cuidar y proteger a quienes más lo necesitan”, poniendo como ejemplo en este punto la reforma del artículo 49 de la Constitución referido a las personas con discapacidad.

Inmigración y vivienda

Felipe VI también repasó dos de los temas que más preocupan a los españoles: la inmigración y las dificultades en el acceso a la vivienda. Respecto al primero, reconoció que “es un fenómeno complejo y de una gran sensibilidad social”. “La manera en la que seamos capaces de abordarlo dirá mucho en el futuro sobre nuestros principios y la calidad de nuestra democracia”.

Por lo que se refiere a la vivienda, asunto que “preocupa sobre todo a los más jóvenes”, dada la incapacidad de las ciudades de satisfacer la demanda existente, esgrimió que es “importante que todos los actores implicados reflexionen, se escuchen unos a otros, que se examinen las distintas opciones y que ese diálogo conduzca a soluciones que faciliten el acceso a la vivienda”. Ese acceso, indicó, debe ser “en condiciones asumibles, en especial para los más jóvenes y los más desprotegidos, pues ésta es la base para la seguridad, el bienestar de tantos proyectos de vida”. “Y realmente podemos hacerlo”, remachó.

El rey finalizó su discurso igual que lo inicio, haciendo una mención especial a la tragedia de la dana con un voto de esperanza, reivindicando nuevamente que “España es un gran país”.

Los afectados por la dana

Felipe VI apareció junto a una fotografía del esfuerzo conjunto de afectados, voluntarios y miembros de las Fuerzas Armadas tras la dana y una edición facsímil de la Constitución, que fueron dos de los temas más presentes en su mensaje.