El juzgado deberá decidir el futuro del niño atado y amordazado por su madre

El futuro a corto plazo del menor de 8 años maltratado en su casa está en manos de la Justicia. El niño, que permanece ingresado en el Complexo Hospitalario de Ourense, relató al médico que la tarde del sábado su madre lo amordazó con cinta de carrocero y le colocó una bolsa en la cabeza fijada al cuello con la misma cinta. Tras ello, según narró, fue atado de manos y encerrado en un baño a oscuras hasta que consiguió liberarse y llamar al 112, quien a su vez alertó al 061 y a la Guardia Civil.

Los sanitarios apreciaron en el menor lesiones en región cervical, anterior y posterior en un contexto de agresión. De hecho, en su informe indicaron que la exploración es compatible con los hechos alegados. Por ello, estos hechos fueron puestos en conocimiento de la Fiscalía de Menores, quien se encuentra en estos momentos investigando el caso.

Mientras, la jueza deberá decidir el futuro del menor a corto plazo resolviendo a quién le concede la custodia provisional. Pendiente de este tema está la Consellería de Política Social. Fuentes consultadas confirmaron ayer a La Región que la Xunta está informada de la situación y “los servicios protección a la infancia están actuando para velar por el bienestar del afectado”.

El padre del menor, J.F.I.S, ya indicó en exclusiva a este periódico que le gustaría que le concediesen a él la custodia del niño, aunque tiene pocas esperanzas en ello y cree que la jueza se la podría dar a los abuelos maternos. “Antes que los abuelos está papá y se trata a papá peor que a un perro, no me han dejado ver a mi hijo durante años y parece que no pasa nada”, señaló. Lo que sí tiene claro es que no va a dejar de luchar en para intentar que le permitan a él estar al cuidado de su hijo

Tres años sin verlo

J.F.I.S., contó que él estuvo desde octubre de 2021 hasta este año sin poder ver a su hijo porque la madre no se lo permitía. En febrero de este año retomó las visitas con su hijo, siempre en un punto de encuentro con supervisión de pedagogos tal y como él mismo pidió. En esos tres años, hubo denuncias mutuas entre él y su expareja. Al respecto, J.F.I.S. contó que tuvo que afrontar hasta alguna denuncia por violencia de género. “He sido absuelto en todos los procedimientos”, indicó.

De hecho, confesó que él se temía desde hace tiempo que un hecho así podía suceder, ya que, según señaló, la madre del menor está a tratamiento psiquiátrico y ya tuvo recaídas, por lo que estuvo tiempo avisando del riesgo que collevaba que viviese con la progenitora.

Estos días, J.F.I.S. está viviendo en Ourense, a donde viajó desde Nigrán cuando se enteró de la noticia sobre las 23,30 horas del pasado sábado. Apenas ha dormido y su cabeza no deja de darle vueltas a lo que ha pasado, pero, pese al cansancio, asegura que no se va a rendir y va a intentar que le concedan la custodia del menor.