Las setas tardarán años en regresar al monte quemado de Valdeorras

CONSECUENCIAS DEL FUEGO

Únicamente podrán encontrarse ejemplares pirófilos y algunas residuales y de poco interés

Integrantes del Grupo Micolóxico Galego en la última salida del verano.
Integrantes del Grupo Micolóxico Galego en la última salida del verano.

Los incendios del mes de agosto produjeron daños muy graves en el ecosistema de los montes que arrasaron. Esta circunstancia es bien conocida por los amantes de las setas y la micología, quienes este año afrontan una campaña muy distinta a la habitual, tanto por las escasas precipitaciones de lluvia del verano como por el fuego que arrasó la comarca valdeorresa y otras zonas de la provincia, como en ciertos puntos de Cartelle.

“El incendio es un enemigo brutal de las setas. Se quema lo que vemos y lo que no vemos. Pasarán años para que se recupere el ecosistema y empiecen a salir setas”, explicó Alejandro Mínguez, del Grupo Micolóxico Galego, un colectivo que prepara una salida a los montes de A Merca y Cartelle para el domingo 21 de septiembre. “Os terreos van tardar moitos anos en rexenerar”, corroboró José Luis Rico, de la asociación micológica ourensana Os Cogordos.

Sí hay setas que pueden aparecer en los montes quemados. Son las denominadas pirófilas, como la colmenilla de fuego, o alguna peziza, pero serán ejemplares residuales y excepcionales por regla general, de muy poco interés para los aficionados a la micología. “Os terreos serán invadidos por fungos especializados en vivir da madeira queimada”, apuntó Rico.

Temperaturas muy altas

El micelio de los hongos se encuentra en el sustrato, bajo tierra. Es un ser que fructifica cuando las condiciones son óptimas y no como las que acompañaron la propagación de las llamas, elevando la temperatura del subsuelo y causándole la muerte. Alejandro Mínguez apuntó que, si bien existen excepciones como las citadas setas pirófilas, “como regla general, el incendio es terrible para los micólogos. Es enemigo absoluto. Es una catástrofe. Pasarán años para que se recupere el ecosistema y empiecen a salir setas”.

José Luis Rico confirmó que ejemplares de boletus o níscalos, variedades muy apreciadas por los aficionados a las setas, tardarán años en volver a aparecer en los terrenos donde el fuego fue intenso. Añadió que pueden darse excepciones en aquellos lugares donde las llamas avanzaron con rapidez, sin afectar demasiado al subsuelo, castigando únicamente la superficie de los terrenos quemados.

Inicio flojo en las zonas que no ardieron este verano

Atendiendo a la voz de los expertos, las setas interesantes tardarán años en volver a aparecer en los montes que ardieron este verano, pero también se están haciendo de rogar en aquellos que se libraron de las llamas. La escasez de precipitaciones de lluvia durante el verano está retrasando su aparición. “Tiene que seguir lloviendo. Necesitamos agua. El verano llovió muy poco”, apuntó Alejandro Mínguez. Explicó que las cuatro gotas que cayeron en ciertas zonas estos días no bastan para que vuelvan a salir los champiñones, boletus o macrolepiotas. El miembro del Grupo Micolóxico Galego comentó que este domingo, 14 de septiembre, realizó una salida en la que comprobó que “hay poca cosa. Otros años, en septiembre empezaban las precipitaciones. Las cuatro gotas que cayeron fueron buenas pero tienen que mantenerse en el tiempo. Es un inicio muy flojo”.

Desde Os Cogordos, José Luis Rico vuelve a coincidir con Mínguez. “Non choveu nada e está todo seco. Para empezar ten que chover unha semana”, indicó. Seguidamente, señaló que las condiciones preferidas por los micólogos se dan cuando la temperatura oscila entre 15 y 25 grados y la humedad relativa varía del 70 % al 80 %. Eso sí, esta situación debe durar varios días.

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