Béisbol, el deporte que nos une al otro lado del océano

El deporte une. No importa de dónde eres, en qué trabajas o cuáles son tus gustos musicales. Si dos personas comparten la afición por un juego, es difícil que se lleven mal. Incluso aunque se conviertan en rivales sobre la pista o el campo. Desde Venezuela y República Domincana fueron llegando los que hoy se han convertido en un equipo de amigos, aunque sean tres equipos en lo que al béisbol se refiere.

Se trata -el softball, como ellos lo llaman- del deporte más popular en Latinoamérica, equiparable a lo que aquí ocurre con el fútbol. Y aunque la vida les trajo hasta Ourense, mantienen su amor por este juego que les arraiga a sus orígenes.

Los primeros

Los Afiladores marcaron el camino. “Aunque no se nos haya visto mucho, el equipo ya tiene 11 años”, cuenta Anderson Feliz, mánager del conjunto formado íntegramente por ourensanos llegados de la República Dominicana. Los domingos son su día y el campo de fútbol de Sobrado do Bispo, su lugar.

A los vecinos de la zona les están muy agradecidos por haberles abierto las puertas del recinto para poder jugar a su deporte. “Los dominicanos somos mucho de béisbol, aquí había una comunidad de allí y nos fuimos agrupando”. En su trayectoria han jugado en Lugo, Monforte, Sarria o Ponferrada, “nos movemos por muchos sitios de España”. Sin embargo, “sin recursos es imposible”, lamenta Anderson pidiendo el apoyo de alguna institución para desarrollar el equipo como desean.

Porque más allá de practicar ejercicio, el béisbol crea comunidad. “Si nos apoyan podemos hacer que muchos jóvenes que andan sin rumbo puedan venir con nosotros a entrenar y adaptarse”, asegura. Tal es la comunidad que crean que “ninguno nos conocíamos de antes” y hoy son una gran familia beisbolera, tanto entre ellos como con los otros dos equipos de la provincia.

Desde O Carballiño

“El año pasado vinimos a ver un juego de los Afiladores y nos dimos cuenta de que teníamos potencial para hacer un equipo”. Y así nació los Leones de O Carballiño. Lo cuenta John Duarte, mánager de un grupo que hoy suma ya 12 jugadores, aunque “quisiésemos que fuesen muchos más”. Mitad venezolanos, mitad dominicanos, el equipo cuenta con “peloteros” de entre 18 y 45 años y todos ellos contaban ya con nociones en sus países de origen.

En su caso, encuentran el mismo problema que Los Afiladores a la hora de gestionar los recursos. “Es un deporte amateur, nos costeamos totalmente todos los gastos”, cuenta John. Sin embargo, es tal el amor que tienen por este juego y disfrutan tanto de sus juntanzas que “siempre encontramos un hueco para reunirnos”.

Para el futuro, los integrantes de los Leones de O Carballiño aspiran a “poder tener un campo allí donde jugar para poder invitar a más equipos”. Y, por supuesto, “crear nuestra liga e intentar que la gente se integre en el deporte”.

Los repartidores

El equipo de “los venezolanos” -como les llaman sus compañeros- ha sido el último equipo que ha llegado a esta particular liga beisbolera ourensana. La profesión de la mayoría de sus 14 jugadores es la de repartidores de los restaurantes a través de las grandes plataformas y también de forma autónoma, por lo tanto el nombre de su equipo estaba claro, los Riders.

“Buscamos distraernos, el béisbol es un deporte muy popular en toda Latinoamérica y todos tenemos raíces de peloteros”. Así lo explica Oswaldo Sanabria, que sitúa los orígenes de su equipo en el encuentro con “los dominicanos, que tenían un equipo desde hace tiempo y armamos el nuestro de venezolanos”.

No se trata de nada más que de “hacer lo que nos gusta en familia”. Tanto es así que cada domingo, sus seres queridos, además de acudir al campo para animarles, llevan consigo comidas típicas de Venezuela y República Dominicana, convirtiendo cada partido en una fiesta para todos los que se reúnen en ella.

Aunque muchos de los compañeros juegan también al fútbol o el baloncesto, “el buen tiempo lo asociamos al béisbol y softball”. Y todo el verano lo han compartido entre bateos y “strikes”. Por eso, su aspiración es la misma que la de sus compañeros, “disponer de unas instalaciones donde podamos jugar” al deporte que les acompañó durante la infancia, pero que también han decidido traerse con ellos al cruzar el océano.

Riders, Afiladores y Leones no solo comparten su amor por el deporte rey de Latinoamérica, sino que tienen en común un sueño: poder arraigar el juego en Ourense y visibilizar la comunidad que han creado en torno a él. Mientras, seguirán haciendo un hueco cada domingo para disfrutar de esta gran familia.