Fernando Barreira, arte para mejorar el día a día

Entrevista

Fernando Barreira es un artista singular con una larga y reconocida trayectoria que ha traspasado fronteras. Con tan solo 16 años hizo su primera exposición en el colegio La Salle, y desde entonces el arte le ha acompañado allá donde ha estado. Aprendió, y se dejó enseñar, de grandes maestros, se formó en diferentes disciplinas y trabajo en reconocidas empresas como creativo y diseñador. Su próxima creación dará que hablar: la capilla Barreira.

Publicado: 31 ene 2021 - 06:01 Actualizado: 02 feb 2021 - 08:57

El artista Fernando Barreira (XESÚS FARIÑAS).
El artista Fernando Barreira (XESÚS FARIÑAS).

¿Cómo definiría su obra?

Como el registro gráfico de un artista, un diario en color y en diferentes técnicas que por necesidad vital forman el día a día de mis 40 años como artista.

¿Cómo es el proceso creativo de Fernando Barreira?

La creatividad por el contrario de lo que el mundo entiende, es el 5% del proceso de la obra, el 95% restante son las horas y la técnica solucionada mental y físicamente. Uno sueña, y al soñar se estructura mentalmente formas e intenciones, elementos, personajes y colores. Una vez resuelto mentalmente este juego el resto es un Fernado versus Barreira. Nunca boceto por ser incapaz de pintar la misma cosa dos veces.

¿Cuál es la fuente de inspiración para un artista con tan larga y reconocida trayectoria?

En mi caso, no puedo hablar por los demás, la inspiración o el puntazo creativo siempre tiene como origen y fin lo que yo siento, exceptuando lógicamente los encargos con temas muy definidos. El hecho de ser yo, principio y fin de mi proyecto, hace que todo mi hogar este condicionado al sentir humano a la hipocresía social y a mis propias miserias. Eso sí, con una elegancia gráfica que hace que mi obra sea atractiva pero que hay que perder tiempo para entender todo el simbolismo que hay detrás. Resumiendo, pinto sobre mí, y mi inspiración es el poso al día siguiente de un par de Chivas.

¿Es cierto que a un artista le cuesta poner el punto final a una obra?

En mi caso entiendo, después de cuarenta años y más aun, después de ver obra mía antigua, que podría modificarlos y mejorarlos, pero también estaría modificando y creando un proceso y una calidad ficticia. No tiene sentido con 56 años revisar obra y trazo que 40 años antes no tenía. Cuando firmo un cuadro lo doy por terminado y sería absurdo hacer una escalera con puntas y madera a los 16 y a los 56 modificar los cuadros y los pulidos de los escalones, la escalera se hizo hace 40 años.

Ha expuesto en salas nacionales e internacionales, ¿algún recuerdo especial de alguna muestra?

He expuesto en Doha Catar, en Nueva York, Mónaco, Marbella, colectivas en Art Madrid, Feriart en el Palacio de Congresos de La Castellana, en bares, en pueblos, en montañas... y hasta en la playa. Cada una de ellas es una historia. Es muy gratificante, pero no siempre he tenido ese nivel o me lo han dado. Todo es importante, puesto que todo es trayectoria. De todo se aprende.

¿Qué es más necesario, humildad o disciplina para ser un gran artista?

Yo no soy un gran pintor; hay cientos y miles mejores que yo. Únicamente me conformo con ser yo. No es el arte el principio y el fin de una vida, es el "dress code", la opción de vida. La humildad personal es una actitud. La disciplina es la madre de la producción y la exigencia. Sin disciplina no hay producción ni obra. En cuanto al ego del artista... sería muy difícil, presentar, trabajar y sacrificarte si no estuvieses seguro de que tu obra es válida.

Personalmente, ¿qué es para usted el arte?

La manera más maravillosa y egoísta de satisfacerme. El arte es intentar podar un árbol y guiar sus ramas por ser "los árboles feos" de tu jardín mental. Dicho a pecho abierto, el mundo no me gusta. Nunca me ha gustado. Lo que intento continuamente es crear, primero para mí, y luego para modificar la fealdad de la vida, para de una manera intencionada mejorar mi escenario.

¿Algún consejo para alguien que busque seguir el camino del arte?

Que pinte, que investigue, que deseche, que rompa, que se autocritique, que se forme, que se conforme con saber que todo es mejorable, que vuelva a pintar, que analice, que aprenda a ver, que destruya, que sea auténtico... y el resto vendrá. No podemos ser Picasso ni Barceló, pero podemos ser nosotros mismos. Y si el tiempo y el trabajo, la disciplina y el proyecto de vida nos da un estilo personal e identificable, creo que ahí ya hemos ganado la partida.

Hace poco donó varias de sus obras con fines solidarios.

Fue una colección llamada “Apartados... al lado”, en los que trabajé durante el Estado de Alarma. Son cinco lienzos de 50x50 que fueron pujados en el confinamiento y con los que, tal como dices, recaudar fondos para la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil del Concello de Verín y el área de Servizos Sociais de la misma entidad. Se entregaron en una gala con un coloquio en el que se pusieron en común perspectivas personales y profesionales, cuales son, o pueden ser, las principales claves que ayudan a comprender la configuración de la sociedad actual y sus cambios debidos a la situación sanitaria.

¿Tiene en mente algún nuevo proyecto?

Ahora mismo, después de estar luchando casi tres años con una enfermedad, lo que me llena y me complica, y cada mes me da satisfacción es una iglesia, la Capilla Barreira, que estoy haciendo íntegramente en un pequeño y recóndito pueblo de la montaña del Valle de Monterrei. Trampatojos, bronces, candelabros de dos metros, mesado, altar, cerámicas, faldones, óleos y cornucopios. Por otra parte, la presentación de un libro inédito, escrito por autores sobre mí, sobre el artista, sobre el niño y sobre el hombre. Es el libro de mi vida, por consiguiente, la más importante obra de mi vida.

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