Domingo fareleiro en Xinzo pasado por agua, con menos público por el tiempo desapacible, pero con participación ya que el Entroido es sagrado, se celebra aunque caigan chuzos, comentaba el concejal de Cultura. La tradicional batalla de harina envolvió las calles con una tonelada de farelos convertida en papilla por la persistente lluvia. Un año más, los vecinos acudieron enfundados hasta los ojos para protegerse durante la guerra de farelos que abre las fiestas del Entroido en esta localidad.
El Entroido es sagrado y da igual que caigan chuzos, se celebra con la misma intensidad, decía el concejal de Cultura, Daniel Blanco, tras la batalla de harina que vivió Xinzo ayer durante el tradicional Domingo Fareleiro. Y es que los participantes desafiaron a la persistente lluvia, lanzando más de una tonelada de farelos en una guerra sin cuartel que convirtió la Plaza Mayor y las calles aledañas, en esta ocasión, en pistas de papilla generada por la harina mojada.
Hubo participación, pero con menos público con respecto a otros años debido al mal tiempo, algo que lamentaron los vecinos y el edil de Cultura: La gente foránea no viajó hasta Xinzo como es normal, pues el tiempo no acompaña, y hay quien no sale de casa, pero estamos satisfechos porque, aún así, hubo bastante fiesta.
Pero los vecinos sí dieron rienda suelta al fareleiro y se entregaron a la harina. Para ello, volvieron a ataviarse con fundas, gafas y todo tipo de artilugios con el fin de protegerse de la lluvia, en este caso por partida doble, (harina y agua).
Agua desagradable
Todo se pone muy sucio, muy embadurnado pues la harina mojada hace una pasta y complica el juego. Es una pena que este año no acompañase el tiempo pues es algo que estamos esperando durante todo el año, comentaba con desánimo un vecino.
Eso sí, no faltó la música de un grupo de charangas para poner buena cara al mal tiempo y estimular la celebración y el buen humor, el ingrediente fun damental del Entroido y que estuvo presente durante toda la jornada. La harina ya no volverá a hacer acto de presencia durante el Entroido pues es única y exclusivamente durante esta jornada cuando se utiliza, a diferencia de otras localidades de la provincia ourensana.
Más domingos
Ahora, todo está preparado para el siguiente domingo, el de oleiro, durante el que será desarrollado el juego de las olas (vasijas de barro) mediante continuos lanzamientos entre participantes que culminarán con los recipientes rotos en añicos. Al oleiro le seguirá el domingo corredoiro, durante el que ya se podrán contemplar los primeros disfraces en la villa, previos a los días grandes de las fiestas del carnaval.
Confiamos en que los próximos domingos no agüen la fiesta, sobre todo porque la lluvia siempre desluce este tipo de celebraciones, valoró el concejal de Cultura de Xinzo.
Hubo participación, pero con menos público con respecto a otros años debido al mal tiempo, algo que lamentaron los vecinos y el edil de Cultura: La gente foránea no viajó hasta Xinzo como es normal, pues el tiempo no acompaña, y hay quien no sale de casa, pero estamos satisfechos porque, aún así, hubo bastante fiesta.
Pero los vecinos sí dieron rienda suelta al fareleiro y se entregaron a la harina. Para ello, volvieron a ataviarse con fundas, gafas y todo tipo de artilugios con el fin de protegerse de la lluvia, en este caso por partida doble, (harina y agua).
Agua desagradable
Todo se pone muy sucio, muy embadurnado pues la harina mojada hace una pasta y complica el juego. Es una pena que este año no acompañase el tiempo pues es algo que estamos esperando durante todo el año, comentaba con desánimo un vecino.
Eso sí, no faltó la música de un grupo de charangas para poner buena cara al mal tiempo y estimular la celebración y el buen humor, el ingrediente fun damental del Entroido y que estuvo presente durante toda la jornada. La harina ya no volverá a hacer acto de presencia durante el Entroido pues es única y exclusivamente durante esta jornada cuando se utiliza, a diferencia de otras localidades de la provincia ourensana.
Más domingos
Ahora, todo está preparado para el siguiente domingo, el de oleiro, durante el que será desarrollado el juego de las olas (vasijas de barro) mediante continuos lanzamientos entre participantes que culminarán con los recipientes rotos en añicos. Al oleiro le seguirá el domingo corredoiro, durante el que ya se podrán contemplar los primeros disfraces en la villa, previos a los días grandes de las fiestas del carnaval.
Confiamos en que los próximos domingos no agüen la fiesta, sobre todo porque la lluvia siempre desluce este tipo de celebraciones, valoró el concejal de Cultura de Xinzo.
