La Audiencia de Ourense condenará al guardia civil Koldo Vila Álvarez a dos años y cinco meses de prisión por un delito de tráfico de drogas y a una multa de 10.000 euros por delito de tráfico de drogas, actividad ilícita que ejercía cuando se encontraba libre de servicio para poder sostener su adicción.
El Ministerio Fiscal rebajará en casi dos grados la pena inicialmente solicitada en su escrito de calificación provisional (seis años) en base a la toxicomanía acreditada del inculpado en aquel momento (consumía entre tres y cuatro gramos diarios), el tratamiento de deshabituación al que se sometió cuando quedó en libertad y el reconocimiento de los hechos por los que en abril de 2008 fue arrestado y por los que ya estuvo nueve meses ingresado en la cárcel. Por su parte, en este mismo procedimiento, será penado Ángel Valence Regueiro a 14 meses de prisión por encubrir la actividad ilícita del agente 'antidisturbios', quien, en el momento de la detención, estaba destinado al Grupo Rural de Seguridad número 7, con sede en Pontevedra. Valence, después de conocer la detención del otro acusado, sacó del domicilio de Koldo Vila en Vilardevós un bote metálico con 130,617 gramos de cocaína y lo enterró en el Camino Vello a Flor de Rei. No obstante, acabó confesando a los agentes que llevaron la investigación el lugar dónde se ocultaba la cocaína.
En el momento de la detención, Koldo Vila entraba en Vilardevós y se le intervino un monedero negro que contenía ocho bolsitas con cocaína (con un peso total de 6,9 gramos), 171 euros y dos móviles. En los registros practicados en los domicilios de Ourense y Marín fueron halladas sendas bolsas con exiguas cantidades así como recortes plásticos que, según el fiscal, eran empleados para preparar papelinas.
Asimismo, la Guardia Civil acreditó una venta a un consumidor, poco antes de su detención.
En el momento de la detención, Koldo Vila entraba en Vilardevós y se le intervino un monedero negro que contenía ocho bolsitas con cocaína (con un peso total de 6,9 gramos), 171 euros y dos móviles. En los registros practicados en los domicilios de Ourense y Marín fueron halladas sendas bolsas con exiguas cantidades así como recortes plásticos que, según el fiscal, eran empleados para preparar papelinas.
Asimismo, la Guardia Civil acreditó una venta a un consumidor, poco antes de su detención.
