Mostra de Teatro de Ribadavia

El mundo del Agitador Folclórico

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photo_camera El asturiano Rodrigo Cuevas en una de sus actuaciones.

Inspirado por la música popular, Rodrigo Cuevas se muestra igual de fascinado por los milenials. Su universo se une en "El mundo por montera"

Desde que en marzo de 2017 estrenase "El mundo por montera" en el Teatro de la Laboral de de Gijón, Rodrigo Cuevas, o el Agitador Folclórico, apenas ha parado. Tanto los festivales de música como los de cine lo quieren en sus carteles. "Es una suerte, porque a mí el circuito teatral me encanta. Al ser más cerrado, es mejor para esos momentos de mi espectáculo que son más íntimos y poéticos", explica el artista asturiano. Esta noche actuará en la Praza Maior de Ribadavia, a la 01,00 horas, en el marco de la MIT.

Para quienes no lo conozcan todavía, Cuevas se define como un artista anacrónico, "un perfil que siempre ha existido en el teatro. Juego con el público, planteo temas profundos, pero en seguida sale también un lado más cómico".

Hay quien lo define como un transgresor, aunque asegura que "no soy un provocador. Habrá quienes llegan a la función y piensen 'qué frikada', pero después los voy camelando y acabo consiguiendo incluso que bailen". Su personaje en "El mundo por montera" no es más que una "exageración y liberación de mi persona". 

Cabaret, folclore, teatro e improvisación son solo algunas de las vertientes que componen esta función, sin que haya un hilo conductor que las una. "Si tuviese un guion, me aburriría, porque yo expreso lo que siento en cada momento. Voy guionizando en directo, planteo canciones y temas y el espectáculo va tomando forma", explica.

Al Agitador Folclórico le gusta hablar de lo que le mueve, algo que también muta con el tiempo: "Ahora reflexiono sobre la familia o el paso del tiempo. Siempre evito hablar de actualidad porque creo que cuando todo el mundo habla de algo en concreto, al final nadie dice nada interesante". 

Para este artista lo más importante es conectar con la música popular, la de nuestras raíces, pero dice sentirse fascinado por los milenials: "Son ingeniosos, ácidos y divertidos. El trap muestra que no hay miedo a hacer el petardo. Pueden hablar desde lo chorra de cosas muy serias".

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