La localidad vivió una de sus tradicionales celebraciones del estío
El castillo de Maceda se convirtió ayer en el epicentro de la vida de la localidad, como si de la época medieval se tratase. Vecinos y visitantes se vistieron con sus mejores galas y se animaron a pasear por el mercadillo que abrió sus puertas a mediodía. En él se pudieron encontrar productos de diverso tipo, desde gastronomía a bisutería, además de demostraciones de oficios en vivo. Los más pequeños, por su parte, pudieron disfrutar de los juegos tradicionales desde la mañana y hasta última hora de la tarde.
A las 13,00 horas, desde la Praza das Toldas partió un desfile medieval acompañado de música y que, pese a las altas temperaturas registradas, reunió a una multitud de curiosos por las calles del casco viejo de la localidad. El plato fuerte del día, y nunca mejor dicho, fue la comida popular en la fraga del castillo, en donde no faltó la ternera autóctona "ao espeto". El menú, de 8 euros de coste, incluía también empanada, vino, pan y bica de postre.
