ALLARIZ

Llanto, fuego, bica y vino dulce en el entierro del Meco

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photo_camera Un momento de la quema del "meco", ante la atenta mirada de los asistentes.

La villa del Arnoia cerró tres días de celebraciones ininterrumpidas con el Pranto y la quema del personaje en el Campo dos Brancos

Los alaricanos despidieron ayer las celebraciones en honor a Don Carnal que, en los últimos tres días, se han vivido con intensidad en la villa del Arnoia. El colorido, la extravagancia y las ganas de "troula" de los días grandes del Entroido terminaron de un plumazo con el Pranto do Meco. El negro tiñía las ropas y el ánimo de los amantes de estas celebraciones, que vivieron con una gran solemnidad el entierro y posterior quema del Meco.

Las campanas estaban dando las ocho de la tarde y en los altavoces de la casa do concello sonaba el Réquiem de Mozart cuando comenzó la ceremonia, consistente en la introducción del Meco en el ataúd, en la plaza Maior. La ficticia comitiva presidida por las viudas que acompañaron al féretro con llantos y plegarias por el difunto, recorrió entonces la empinada y pétrea rúa Cárcere hasta el Campo dos Brancos, donde tendría lugar la quema.

Antes de que el fuego purificase al Meco, el párroco de turno tomó la palabra para hacer reír a los presentes con un animado responso cargado de referencias a la actualidad y donde no hubo piedad para los políticos en una sátira a la actualidad local, autonómica y nacional. Un pequeño ágape, con vino dulce y bica, puso el broche final a la jornada y, con ella, al Entroido 2016 en la villa.

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