Dos meses después de acoger a una treintena de refugiados, Maceda sigue, a través de su alcalde, Rubén Quintas, y voluntarios de Protección Civil; volcada con el pueblo ucraniano, y este miércoles abría sus puertas para recibir a otras diez personas: una familia integrada por seis niños y sus padres, así como una abuela y su nieta.
Era el propio alcalde, quien, en contacto permantente con la Asociación AGA-Ucraína, decidía acoger a estas personas procedentes de cerca de Kiev después de acudir en su búsqueda a la zona de Lugo, a donde llegaban ayer, desde Polonia, en un autobús. “Nos solicitaron nuevamente colaboración desde la AGA y dijimos que sí, no podíamos decir que no”, explica Rubén Quintas. “Fuimos a buscarles en varios coches de Protección Civil y ya los tenemos hospedados. Ya comieron y están bien. Ahora comenzaremos con toda la tramitación de los papeles necesarios para ellos, como hicimos la vez anterior, y ya les estamos preparando el piso en el que van a vivir”, añade. También se escolarizarán a los niños y niñas -son de edades comprendidas entre los nueve y los 16 años-.
A la espera de recibir los fondos del Gobierno central para esta cuestión, todos los gastos se están sufragando en Maceda gracias, cuenta el alcalde, “a las aportaciones solidarias de los vecinos, de distintas asociaciones, el Ampa, el amigo Joaquín González, de Pereiro de Aguiar; y concellos limítrofes que se están portando muy bien”. El regidor también quiso destacar la cooperación del macedano Francisco Nóvoa, de Academia postal de Ourense: “Ha hecho una donación importante para poder cubrir los alquileres de estas viviendas”, precisó Quintas.
