La alcaldesa, Teresa Barge, reclama una indemnización por el incumplimiento del convenio vigente

El cierre de la guardería de A Bola llegará a los tribunales

Un grupo de madres a las puertas de la guardería en el lugar de Abadía, abierta en el año 2008. (Foto: L.F.)
La suspensión temporal del convenio de gestión de la escuela infantil de A Bola, anunciada a golpe de teléfono el pasado mes de julio por los responsables de la Consellería de Traballo e Benestar al Concello, llegará a los tribunales.
Así lo ha confirmado la regidora de ese Concello, la nacionalista Teresa Barge, que considera un 'atropello' y una clara 'decisión política' el cierre de la guardería con 11 niños (cinco según la consellería), mientras que se gastan más de 800.000 euros en la construcción y ampliación de dos centros en Cartelle y A Merca, respectivamente. 'Dos concellos dentro da mesma comarca, con similares números de matriculación, pero gobernados por alcaldes do PP', matiza la alcaldesa.

En la misma opinión se manifestaba ayer un grupo de familias afectadas por el cierre del servicio reunido frente a las instalaciones de Abadía. 'Cando se fala de servizos para os veciños, non debería entrar a política', señalaba Pepa Pérez. 'Esto é unha decisión política, non se entende doutra maneira porque o centro está perfecto, funciona correctamente e os nenos estaban moi ben atendidos', apuntaba otra de las madres afectadas, Silvia Álvarez.

La opción propuesta por la consellería es llevar a los niños a la guardería de Rairiz de Veiga, Cartelle o A Merca (en los dos ultimos casos, con el edificio aún en obras) no es viable para muchas de las familias. 'Desde Santiago es fácil trazar una línea y decir que es un trayecto de 20 minutos', critican.

Otra de las quejas de las familias es de la tardanza a la hora de anunciar el cierre. 'Ahora que están las listas cerradas y no hay plazas en ningún lado, nos cierran ésta y nos dicen que llevemos a los niños a A Merca. Yo, desde luego, no lo voy a hacer', asegura Amaia Ravelo que compaginará su horario laboral con la ayuda de los abuelos. Otras, como es el caso de Patricia Blanco, no tienen esa posibilidad, 'ni tampoco están los tiempos para contratar a una persona para cuidar de la niña', confiesa con su pequeña en brazos. Ella, como la pequeña Rosa Feijóo, es uno de los seis bebes cuya solicitud de preinscripción no ha tenido en cuenta la Consellería de Traballo a la hora de ordenar el cierre del centro.

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