El escritor Manuel Rivas, aspirante al Premio Mandarache de Cartagena, ha dicho hoy que no imagina 'mejor premio' que el de ver su libro 'en manos de gente de todas las edades', ya que los libros deben 'ser inmigrantes' y pertenecer a la gente para convertirse en 'seres vivos'.
En ese sentido, el novelista gallego ha asegurado a la prensa que 'el libro tiene dos vidas, cuando se escribe y cuando emigra y pasa a posarse en los lectores', porque 'cada persona hace propio el libro, le da su interpretación, y eso es lo más interesante de un libro, que la historia tenga una segunda vida cuando el lector incorpora su propia imaginación'.
El autor de obras como 'El lápiz del carpintero', Premio de la Crítica Española, o '¿Qué me quieres, amor?', Premio Nacional de Narrativa y Premio de Narrativa Torrente Ballester, ha sido el primero de los candidatos al galardón del Ayuntamiento de Cartagena en visitar la ciudad portuaria, y ha mantenido un encuentro abierto a todos los ciudadanos y otro con 600 alumnos de instituto para hablar de su obra 'Todo es silencio'.
En su opinión, 'lo importante en la cultura no es competir, no es una carrera de caballos', pero ha valorado de manera muy positiva la iniciativa de los Premios Mandarache, un certamen puesto en marcha en 2004 como un proyecto de formación de lectores y de fomento de la lectura entre todos los sectores de la población, especialmente los más jóvenes.
Así, desde su puesta en marcha, más de 18.000 cartageneros de entre 15 y 30 años han leído y han puesto en común su visión sobre las diferentes obras finalistas, y han votado por sus novelas preferidas.
Para Rivas, 'el nivel de participación y el carácter abierto y la naturalidad' del proyecto lo hacen diferente a otras iniciativas de fomento de la lectura, como también el hecho de que, a pesar de desarrollarse en buena medida en el ámbito educativo, no conlleva 'un elemento de presión', lo que hace que el encuentro con los libro sea 'de felicidad'.
En su opinión, el encuentro con la literatura no debe ser solo una forma de entretenimiento, sino también de búsqueda del conocimiento, por lo que este tipo de iniciativas pueden servir como 'llave' para trasmitir esa idea a los jóvenes, por lo que ha considerado que el Premio Mandarache es una iniciativa 'exportable y ejemplar'.
'Todo es silencio' acaba de ser adaptada al cine por José Luis Cuerda, y Rivas ha destacado que este proceso, en el que él mismo participó, ha resultado 'fascinante', y ha subrayado que detrás de todas las películas hay siempre 'una semilla literaria' y una historia que contar.
Sobre si habrá una segunda parte para la historia, ha asegurado que aún no tiene nada decidido al respecto: 'No soy un escritor que se programa, tengo muchas ideas, o pájaros en la cabeza, pero luego cuando me pongo a escribir, me voy por donde menos pensaba'.
El autor de obras como 'El lápiz del carpintero', Premio de la Crítica Española, o '¿Qué me quieres, amor?', Premio Nacional de Narrativa y Premio de Narrativa Torrente Ballester, ha sido el primero de los candidatos al galardón del Ayuntamiento de Cartagena en visitar la ciudad portuaria, y ha mantenido un encuentro abierto a todos los ciudadanos y otro con 600 alumnos de instituto para hablar de su obra 'Todo es silencio'.
En su opinión, 'lo importante en la cultura no es competir, no es una carrera de caballos', pero ha valorado de manera muy positiva la iniciativa de los Premios Mandarache, un certamen puesto en marcha en 2004 como un proyecto de formación de lectores y de fomento de la lectura entre todos los sectores de la población, especialmente los más jóvenes.
Así, desde su puesta en marcha, más de 18.000 cartageneros de entre 15 y 30 años han leído y han puesto en común su visión sobre las diferentes obras finalistas, y han votado por sus novelas preferidas.
Para Rivas, 'el nivel de participación y el carácter abierto y la naturalidad' del proyecto lo hacen diferente a otras iniciativas de fomento de la lectura, como también el hecho de que, a pesar de desarrollarse en buena medida en el ámbito educativo, no conlleva 'un elemento de presión', lo que hace que el encuentro con los libro sea 'de felicidad'.
En su opinión, el encuentro con la literatura no debe ser solo una forma de entretenimiento, sino también de búsqueda del conocimiento, por lo que este tipo de iniciativas pueden servir como 'llave' para trasmitir esa idea a los jóvenes, por lo que ha considerado que el Premio Mandarache es una iniciativa 'exportable y ejemplar'.
'Todo es silencio' acaba de ser adaptada al cine por José Luis Cuerda, y Rivas ha destacado que este proceso, en el que él mismo participó, ha resultado 'fascinante', y ha subrayado que detrás de todas las películas hay siempre 'una semilla literaria' y una historia que contar.
Sobre si habrá una segunda parte para la historia, ha asegurado que aún no tiene nada decidido al respecto: 'No soy un escritor que se programa, tengo muchas ideas, o pájaros en la cabeza, pero luego cuando me pongo a escribir, me voy por donde menos pensaba'.
