SUEÑOS DE OLIMPIA

8M y deporte: queda mucho por hacer, sí

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photo_camera La selección de fútbol femenino de Irán, vestida según la moral, celebra un gol.
No hay discriminación por sexo, porque si la hubiese sería delito y además mal visto en nuestra sociedad. Carolina Marín, Ana Peleteiro, las selecciones de fútbol, baloncesto, balonmano o waterpolo son admiradas en toda España. Somos potencia mundial y ellas aportan más medallas olímpicas a nuestro palmarés.

El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional de la Mujer, prolongado durante toda la semana con una serie de actos en todos los ámbitos. El deporte, por su dimensión e importancia, fue uno de los temas más mencionados.

Persiste en ciertas ramas del movimiento feminista, una mezcla de ignorancia y tópicos caducos. Por mucho que se empeñen en negar la evidencia, el deporte femenino es hoy parejo en derechos al masculino. 

No hay discriminación por sexo, porque si la hubiese sería delito y además mal visto en nuestra sociedad. Carolina Marín, Ana Peleteiro, las selecciones de fútbol, baloncesto, balonmano o waterpolo son admiradas en toda España. Somos potencia mundial y ellas aportan más medallas olímpicas a nuestro palmarés.

Esta consideración es habitual en los países de órbita occidental, de sistemas democráticos u origen judeocristiano. En cambio, en otro tipo de países  -por mucho que algunas se empeñen a negar la evidencia- no sucede lo mismo. Allí no valoran a las deportistas porque las mujeres son consideradas inferiores, por razones tribales, religiosas o políticas.

Suelen ser regímenes dictatoriales o teocráticos, los cuales las obligan a competir con prendas ridículas -en el mejor de los casos- o prohíben practicar deporte. O simplemente las asesinan por realizar una “práctica inmoral”. 

Alguno de esos países son importantes socios comerciales o patrocinadores. Las federaciones internacionales permiten sus humillantes condiciones. Decepciona que muchas asociaciones feministas no denuncien o protesten ante esta injusticia.

¿Queda mucho por hacer? Sí, en determinados países. Adivinen.

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