Todavía no estamos salvados matemáticamente, asegura Lisardo Rodríguez. No le falta razón al entrenador del Ourense Capital Termal y no deja de ser comprensible la modestia de su discurso, pero esto parece tener poco valor cuando se le echa un vistazo a la clasificación.
El ABO dio un paso más en una temporada que ya tiene garantizado el notable alto y que le deja en una séptima posición que acepta todo tipo de lecturas.
Si se mira para abajo se entiende la aseveración del entrenador, si se mira a sus semejantes se puede pensar en ser el mejor gallego y subir algún puesto, y si se alza la vista se ve que el mejor gallego es el Ferrol y que precisamente es el último equipo que jugaría la fase de ascenso. Si además se observa que los departamentales sólo tienen un triunfo más que el ABO y que los ourensanos han jugado un partido menos, pensar en cotas mayores a la permanencia no debería sonar a bravuconada.
Basta nombrar la fase de ascenso para que no ganemos un partido más, recalca el entrenador ourensano basándose ahora más en la superstición que en la lógica. ¿Entonces cuál es el objetivo? Tenemos que seguir pensando igual que hasta ahora, en ir partido a partido. Ahora tenemos que ir a Zamora y luego pensar en el Universidad de Valladolid. Que así sea.
