Un gol de penalti transformado por Rubén Arce en los instantes finales le da la victoria a los de Manel Vázquez
Espiñedo sigue siendo un fortín. Al menos así lo demuestra la trayectoria del Arenteiro, que ayer doblegó al líder, el Gondomar por 2-1, pese a jugar los 20 últimos minutos con un jugador menos.
Y es que los jugadores de Manel Vázquez, con el apoyo de su público, volvieron a dar una lección de entrega y convencimiento de que podían sacar el partido adelante. Y eso que el Gondomar empezó con mucho ímpetu y suyos fueron los primeros veinte minutos de partido. Aunque los ourensanos, poco a poco, le fueron cogiendo el pulso al encuentro, hasta que en el minuto 23 llegó el primer gol.
Fue un lanzamiento desde el borde el área de Bardelás que tras dar en un defensa, se coló en la meta de Isma tras hacer una parábola. El partido se ponía de cara para los locales a los que les faltó definición para hacer el segundo. La tuvo Dani Vázquez para hacer el 2-0, pero su vaselina se fue rozando el larguero.
El Gondomar se fue arriba y logró empatar el encuentro por medió de Manu Vilán, que sorprendió al meta local con un buen lanzamiento desde fuera del área. Y antes del descanso, Dani "Chimpín", fallaba un penalti para los locales.
En la segunda parte, el partido fue de ida y vuelta y ambos equipos tuvieron ocasiones de ponerse por delante, pero el gol no llegaba.
El Arenteiro se quedó con diez por expulsión de "Chimpin", pero apeló a la épica y en el 85 Rubén Arce marcaba de penalti el 2-1 definitivo.
