Derrotó al Céltiga, que acabó con nueve, gracias a un gol de penalti de Martín Pérez
El Arenteiro, que sufrió más de lo previsto, acabó llevándose los tres puntos en su partido ante el Céltiga, al que terminó ganando por 1-0, gracias al tanto de penalti, materializado por Martín Pérez.
Pero el partido tuvo mucha historia. Una historia, además, muy difícil de entender.
Comenzaron los de Jorge Regal, desde el primer minuto, muy enchufados, dominando y creando muchas ocasiones ante la portería visitante. A los cuatro minutos avisó Ocampo con un disparo que obligó a emplearse a fondo al meta visitante. A los diez minutos, Dani Vázquez, viendo al meta adelantado, intento sorprenderle pero su vaselina se fue fuera por muy poco.
Se gustaban los locales, y el Céltiga no daba abortado la ofensiva de los carballiñeses. Probó de nuevo Dani Vázquez, pero su disparo se fue alto, y a los 26 minutos, un tiro seco y pegado a la cepa del poste obligó al visitante Marcos a sacar una mano salvadora, cuando ya se cantaba el gol en la grada. Y antes de la media hora, también Víctor Gallego se sumó al festival ofensivo local y lo hizo con la ejecución de una falta directa que obligó al meta Marcos, la figura de su equipo, a volar a la escuadra para salvar nuevamente al equipo que visitó ayer el campo de Espiñedo.
Pero el fútbol no entiende de ocasiones. Y en la menos peligrosa llegó el gol local. Corría el minuto 35 cuando un balón largo se lo comió el defensa Arias. Víctor Gallego peleó por la pelota, el otro central, Carlos, la desvía con las manos, provocando penalti y dejando a su equipo con diez. Martín Pérez, con frialdad, superó a Marcos y puso el 1-0.
Un Arenteiro desconocido
En la segunda parte, imcomprensiblemente, todo cambió para los locales. El Céltiga se fue en busca del empate, ante la nula reacción local. El primer avisó lo dio el delantero centro Ramón, que remató con la cabeza un buen centro desde la derecha, pero que, incomprensiblemente, se marchó rozando el poste de la portería local.
Los isleños, pese a estar con uno menos, llevaban el control y el empate estaba más cerca que el 2-0. Y pudo llegar en el minuto 72, de nos ser por la prodigiosa intervención del portero local Israel, que se empleó a fondo en un disparo cruzado de Álex Cubas, que aún ahora se estará lamentando de la ocasión malograda. Y para que la desgracia fuera todavía mayor, el colegiado les dejó con nueve al expulsarle a Ramón.
Pese a estar con nueve jugadores, el Céltiga se fue en tromba a por el empate, lo que propició que los locales tuvieran en los instantes finales tres ocasiones clarísimas para sentenciar, pero faltó temple y Vitti, Marcos Sotelo y Sanginés, no fueron capaces de lograrlo.
