Cara y cruz en Preferente

El Barco dió un paso de gigante para lograr la salvación mientras al Ourense B se le complica más la permanencia.

Cuatro jornadas faltan para que finalice la competición en la Regional Preferente y dos de los equipos ourensanos tienen los deberes terminados. El Melias desde hace varias semanas ha dicho adiós a la categoría, eso sí cada semana que pasa sigue mostrando su mejor cara como lo demuestra el hecho de que ha sumado los seis puntos en los dos últimos partidos, ante el Caselas y el Grove. Sigue de colista pero con 24 puntos, muchos más de los que muchos le presumían a principio de temporada.

El principal objetivo del equipo, como reconoce su técnico Miguel Carballo, es "ponerle el colofón con la tercera victoria consecutiva el próximo domingo en A Illa ante el Céltiga. No va a ser fácil pero lo vamos a intentar porque si además podemos ayudar al Ourense B en su lucha por evitar el descenso mucho mejor. Sería muy importante para el fútbol ourensano que el filial permaneciera en Preferente".



El Barco casi salvado

Un paso de gigante fue el que dio el Barco tras derrotar al Céltiga en Calagagueiros (3-2).Los locales fueron superiores desde el primer minuto hasta el punto de que llegaron a ir ganando por tres goles a cero pero el conformismo de los jugadores locales en el tramo final propició que el equipo isleño acortara distancias en el marcador, eso sí sin que el equipo barquense viese peligrar la eliminatoria.

Al igual que en las últimas jornadas volvió a tener un protagonismo muy importante el delantero Diego Bam Bam, autor de dos de los goles de su equipo. Con estos tantos ya suma nueve en su cuenta particular. Pese a esta victoria el técnico Javi Rey todavía no se fía: "Tengo la sensación de que 47 puntos no van a llegar, creo que para estar seguros vamos a necesitar ganar un partido más y a partir de ahí a pensar en la Copa".

El que lo tiene realmente mal es el filial ourensanista. Un equipo que va perdiendo vagones cada semana que pasa y que a este ritmo va tener muy difícil alcanzar la salvación.

El último encuentro, pese a que dieron la cara, cayeron ante un Portonovo que demostró tener mucho oficio, como la mayoría de equipos en esta categoría. Los rojillos tienen cuatro finales por delante y, aunque los números son fríos, al menos tendrán que ganar dos partidos como mínimo para intentar salvar la categoría. Mientras hay vida hay esperanza, eso sí, que la esperanza llegue desde el primer equipo dejándole jugadores sino poco podrán hacer.

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