Brais Sánchez, esta vez haciendo pareja con Breixo Buján, sumó su cuarta victoria en cinco ediciones de una prueba que cumplió su 50 edición
El Miño se anticipó al pregón de Cristina Pato. Se permitió la licencia de alzar simbólicamente el telón de la Festas y lo hizo con el aval de sus 50 ediciones ya consumadas. ¿Quién le dice nada? Bodas de Oro para una prueba competitiva al máximo nivel para el piragüismo gallego y tradicional como la que más para el deporte ourensano. El Descenso do Miño nunca falta a su cita con una ciudad que aprendió a valorarlo siguiéndolo por la ventanilla del tren que acompañaba el recorrido desde Os Peares y que lo mantiene fijo en el calendario de unas jornadas festivas en las que el agua siempre es bienvenida.
Esta vez fueron más de 350 los palistas que bajaron a un río en el que ayer se refugiaron a miles dentro y cerca suya. 40 grados para inaugurar de verdad el verano ourensano. ¡Por fin! 17 kilómetros de recorrido inalterable entre Os Peares y el embalse de Velle.
De memoria se los conoces algunos de los fijos en el podio. Empezando por Brais Sánchez. El palista del Vilaboa ha ganado cuatro de las cinco últimas ediciones de la prueba ourensana. Ayer se impuso haciendo pareja con Breixo Buján y su compañero en las tres victorias anteriores, Antonio Palmás aprovechó para ganar la prueba en el K1. Le sacó 11 segundos a Alberto Pigueiras, del Viveiro.
En la categoría reina hubo mucha más emoción. Menos de un segundo de diferencia entre los ganadores (1:00.38,49) y los segundos clasificados, los palistas de O Barco Bernardo Sánchez y Jesús Rodríguez León (1:00.39,44). El podio lo completaron Santiago Cruz y Antonio Rey, del Firrete,a poco más de dos segundos de los ganadores (1:00.40,69).
Entre las féminas, la victoria fue para Ángela Baulde y Rebecca Laurijssen (As Torres), que se impusieron a las hermanas Carmela y Araceli Menduiña Santomé con casi un minuto de ventaja y con 17 segundos más sobre sus compañeras de equipo Fátima Ordóñez y Antía Santiago. La victoria en el K1 fue para Tania Fernández.
Otro podio ourensano
En las pruebas absolutas, el valdeorrés Adrián Fernández Lameiro sumó el segundo podio ourensano de la jornada. Representado al Breogán de O Grove, se quedó un segundo de la victoria. En 2017 fue segundo por detrás de su compañero de equipo Diego Romero y ayer solo lo superó el palista del Verducido Damián González. 34 minutos y dos segundo fue el tiempo del ganador. El ourensano empleó 34 minutos y tres segundos en completar los 6500 metros del recorrido para los canoistas. Rubén Dasilva (Kayak Tudense) fue tercero en esta categoría.
Raquel Dacosta se impuso en la canoa individual femenina aventajando en más de tres minutos a Jenifer Casal y en más de cinco a Nerea Gondar.
Por equipos
El Ciudad de Pontevedra copó el medallero en Ourense al lograr cinco oros, cuatro platas y cuatro bronces. El primer club ourensano fue el Fluvial de O Barco que, a la plata de K2 sénior masculino, le sumó el oro del K1 de José Antonio Girón en veteranos. El Fluvial de Avión consiguió un oro con el K2 veteranos de Mónica Piñeiros y Kissi Torres y el Allariz un bronce con Diana Pérez y Carmen Díez en la misma categoría.
Clubes y apellidos que son ya parte de la historia de una prueba que empezó con el objetivo dereivindicar más protagonismo para el piragüismo en Ourense y que, 50 años más tarde, ya no necesita presentación. El Descenso del Miño volverá en 2019 para formar parte de Ourense, de sus Fiestas y de su tradición.
