Empate con sabor a más

Casi imposible empezar mejor. Enorme Envialia, que fue capaz de igualar un 0-2 en contra para terminar puntuando ante el reciente supercampeón de España, el Atlético, en un partido que pudieron decantar las madrileñas a su favor en la recta final de la primera parte cuando dominaban por dos goles pero al que nunca le perdió la cara el equipo de Morenín para aprovechar la indolencia de un rival que cuando se quiso dar cuenta ya no pudo ni supo reaccionar: 2-2.

La clave estaba en la defensa y ahí el Envialia se mostró más que notable. Después del mano a mano de Marta con la meta madrileña con el que comenzó el partido el Atlético empezó a mandar. Apareció el martillo pilón madrileño, ese juego sin excesivos virtuosismos pero que somete al rival si miramientos. Pero esta temporada está aderezado con Anita Luján, que le da la velocidad, el desborde y la calidad que hacen del colchonero un equipo casi invencible. El Atlético jugó a lo que ella quiso.

A todo esto, el Envialia no pasaba por excesivos apuros. Su presencia en ataque era nula pero parecía defender con ocho y obligaba al rival a abusar del tiro lejano. Ahí Vane Barberá lo tuvo todo controlado.

Hasta que funcionó la estrategia. Córner y pantalla al voleón sensacional de María Sanz para el 0-1 en el 15. Otra de las claves era el aspecto psicológico y faltaba ver cómo responderían las locales después del gol. La bisoñez en muchas de sus jugadoras se notó y el Atlético no tardó en hacer el 0-2 en una contra. Las visitantes pudieron incluso hacer sangre, pero Vane Barberá lo evitó.

El ritmo en la segunda parte fue mucho menos, al menos de inicio. El Atlético se sabía superior y se dedicó a dormir el partido. Lo sabe hacer a la perfección y suele salirle bien pero en esta ocasión tenía enfrente a un equipo que además de no dar el brazo a torcer se le subió a las barbas. En el 26 triangulación perfecta que culminó Idoya y en el 33 trabajo sensacional de Candela para hacer el 2-2.

El Atlético, que en la primera mitad no quiso, se lanzó entonces a por la victoria pero cuando se quiso dar cuenta apareció de nuevo Vane Barberá, y donde no llegó ella estaban los palos para terminar dando un punto con sabor a mucho a este nuevo Envialia de Morenín.

Sabor a mucho por tratarse de una plantilla joven, un equipo en construcción, por tener enfrente al mejor equipo del mundo y por ser capaz de sobreponerse a una desventaja de dos goles.

Falta muchísimo por trabajar pero la liga empieza bien para el Envialia de Morenín.