Plantilla, cuerpo técnico y trabajadores del club visitaron los negocios de los directivos para entregarles un comunicado en un acto que acabó en denuncia.
Los acontecimientos se están acelerando en el CD Ourense. El asunto de los impagos y lo que la plantilla entiende como mentiras continuadas de la directiva a la hora de echar balones fuera eludiendo responsabilidades en la actual crisis económica hace que la plantilla, cuerpo técnico y los trabajadores del club contraataquen de nuevo. Si el miércoles por la noche fue haciendo público un comunicado en el que pedían la dimisión del Consejo de administración del CDO, ayer fue visitando los negocios y puestos de trabajo de los tres directivos para entregarles el comunicado hecho público anteayer pero firmado por todos los futbolistas, cuerpo técnico y trabajadores, a excepción del delegado Raúl Rois.
El motivo de esta nueva medida está en las declaraciones del presidente Alejandro Estévez en las que afirmaba que sólo parte de la plantilla apoyaba el comunicado de petición de dimisión del Consejo. "Dijo que había gente de la plantilla que no estaba de acuerdo con esa petición y por eso decidimos ir personalmente para entregarle el comunicado a cada uno de ellos firmado por toda la plantilla, el cuerpo técnico y todos los trabajadores a excepción de Raúl Rois, aunque también nos apoya. Todos queremos que se marchen, no sabemos por qué ponen las cosas tan difíciles ya que está visto que no son capaces de arreglar esta situación", afirma Yosu, capitán de la plantilla.
El peregrinaje
La plantilla vistió ayer de corto pero en vez de entrenar en O Couto inició un peregrinaje por la ciudad para hacer acto de entrega del comunicado: "Lucharemos por nuestros derechos hasta el final, no tenemos nada que perder", subrayó Yosu, quien reconoció obtener muchas palabras de ánimo de socios, aficionados y demás viandantes con los que se cruzaron.
Alejandro Estévez no se encontraba en su negocio cuando acudió la expedición y según Yosu "se desentendió totalmente de nosotros". Posteriormente acudieron a la empresa en la que trabaja el vicepresidente José Ramón Fernández Morgade, que les recibió y recogió el comunicado firmado aunque posteriormente fue a interponer una denuncia al entender que 'estos hechos suponen una coacción a su persona que le puede suponer un perjuicio grave a nivel laboral y de deterioro de su imagen a nivel personal y profesional'.
Fernández Morgade lamenta que "acudir a la empresa en la que trabajo y hacerme salir de una reunión con mi jefe supone una coacción. Hay otras formas para hacernos llegar ese escrito. Podían dármelo en el campo, enviármelo a mi domicilio por burofax, pero no llendo a una empresa que no es mía y haciendo o fotos en el interior".
Añade el vicepresidente que "porque los jugadores decidan que debemos dimitir no vamos a hacerlo, aunque quisiéramos no es tan fácil. Todo tiene sus plazos. Habría que convocar una junta de accionistas y cesarnos, pero no porque quieran los jugadores".
