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Fin al embrujo de Espiñedo para el Arenteiro

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photo_camera Rubén Arce pide el apoyo de la grada de Espiñedo luego de lograr el gol del empate ante el Valladares

El Arenteiro, que cayó ante el Valladares por un gol a dos pone fin a más de un año sin perder un partido en liga en casa

El Arenteiro cayó derrotado por 1-2 ante el Valladares y puso fin al embrujo que rodeaba a un equipo que desde la llegada del técnico Manel Vázquez al banquillo verde todavía no sabía lo que era perder en Espiñedo, en la competición liguera.

Pero toda racha se acaba y eso le pasó al Arenteiro. Aunque curiosamente fue en el partido que seguramente menos lo mereció. Pero el fútbol no entiende de méritos.

En un campo que no estaba para grandes florituras, ya que las intensas lluvias de los últimos días propiciaba que el balón circulara con mucha dificultad y que estuviera excesivamente blando, los locales se afanaban por llevar el control y buscaban jugar el balón lo máximo permitido.

Así, llegaron las mejores ocasiones para los verdes, con un disparo de Pana, que atrapó con dificultad Denís, y otro de 'Chimpin', que se fue desviado. El Valladares, que buscaba el peligro con balones largos a sus puntas, desperdició la suya en un tiro de Kike Vila que mandó fuera estando solo.

Un despiste muy caro

Cuando se acercaba el descanso, llegó el gol visitante. Fue un despeje de puños de Pachi, que Varo, con un tiro-despeje, casi desde el medio del campo, y que contó con el beneplácito de Pachi, significó el 0-1 y a vestuarios.

En medio, el colegiado a lo suyo. Tarjetas a diestro y a siniestro.

Salió el Arenteiro volcado en la segunda parte, y al minuto, Rubén Arce, al tercer rechace logró el 1-1.

Quedó noqueado el Valladares que no daba contenido el impetu de los locales, que incluso reclamó un penalti sobre el propio Arce, que el colegiado sancionó con tarjeta amarilla al delantero local.

El Valladares que aún no había cruzado el medio campo, se encontró con el segundo gol, obra de la suerte para ellos y que el defensa local Pana acabó metiendo en su portería tras despeje de Pachi.

No volvió a llegar a la portería local, ni falta que le hizo, porque el marcador ya no se volvería a mover.

Pese al esfuerzo de los locales, que una y otra vez lo intentaban, aunque cada vez, entre los cambios y los parones por el recital de tarjetas del colegiado, se podía jugar menos.

Aún así, un buen remate de Vitti, tras centro de 'Chimpín', o un testarazo del defensa Vilachá, en un córner que había subido a rematar y que se fue lamiendo el palo, pudieron haber servido para que el Arenteiro logrará, al menos un empate, que hubiera sido más justo.

Una vez concluido el partido, el trencilla, que quiso ser el protagonista, se retiró a vestuarios, como no, mostrando más tarjetas.

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